Vasos sanguíneos artificiales: El futuro de las operaciones de corazón.
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Hoy os voy a volver a poner al corriente sobre otro avance científico, esta vez relativo a las operaciones coronarias y del corazón: Vasos sanguíneos express y artificiales.
Como muchos ya sabréis, una de las causas predominantes del infarto cardíaco es la obstrucción o taponamiento de las arterias coronarias, responsables de llevar los nutrientes al miocardio, músculo que compone el corazón.
Ayer, día 2 de febrero, la revista Science Traslation Medicine presentó un trabajo llevado a cabo por un equipo de investigadores estadounidenses que da un paso de gigante respecto a la reparación de esos vasos coronarios.
Estos injertos artificiales pueden ser preparados con el tiempo suficiente para que los cirujanos puedan cogerlos del estante en el momento necesario.
Uno de los obstáculos anteriores era que los intentos de vasos artificiales se degradaban en poco tiempo, su conservación era demasiado complicada para su uso. Además, hasta el momento existía la posibilidad de cultivar vasos a partir de células del mismo paciente, pero su crecimiento necesitaba nueve meses o más, tiempo excesivo para los pacientes que necesitaran esta operación o injerto.
Estos nuevos injertos artificiales son fácilmente almacenables y no ocasionan rechazo post-injerto. Es decir, los injertos cultivados a partir de células de un donante seguramente podrán trasplantarse a cualquier paciente sin ocasionar reacciones de rechazo inmunológico.
Según este estudio, los investigadores generaron los vasos artificiales a partir de un cultivo de células de músculo liso de donantes humanos en un armazón o andamio en forma de tubo fabricado con un polímero biodegradable. Estas células produjeron colágeno y otras moléculas, factores importantes para la creación de una matriz extracelular, cuya función será el intercambio de nutrientes entre las diferentes células de este nuevo vaso. Cuando este armazón se degradó, los vasos artificiales ya estaban completamente formados y disponibles para su uso.
Finalmente, para evitar el rechazo inmunológico, los investigadores usaron una sustancia detergente para eliminar las células musculares. Por otra parte y, para comprobar su fuerza y elasticidad y que permanecen abiertos después de ser almacenados, los vasos sanguíneos artificiales se almacenaron en una simple solución salina durante un año. Efectivamente, los vasos confirmaron su eficacia y mantuvieron todas sus propiedades. También fueron probados con éxito en animales grandes sometidos a cirugía de puente coronario arteriovenoso.
Como veis, la medicina sigue su avance a pasos de gigante. Esperemos que la investigación continue igual de bien. Ojalá los gobiernos se concienciaran más y aumentaran sus inversiones en I+D+I.