El pasado 10 de octubre de 2011 comenzó la erupción volcánica submarina de la isla canaria de El Hierro, que fue precedida de numerosos movimientos sísmicos que culminaron en una expulsión de lava desde el fondo marino situado al sur de la isla, lo cual obligó a la evacuación de La Restinga, la población más cercana.

Hoy en día la erupción ya ha terminado, pero aún se están estudiando los mecanismos y el proceso que provocó tal erupción, ya que nos ayudará a entender futuras actividades volcánicas, así como a predecirlas y estar mejor preparados frente a estas.

En una entrevista al Doctor Antonio Darwich ha indicado que las piedras extraídas de la erupción de El Hierro son únicas en el mundo en cuanto a la relación de uranio y torio, dos elementos radiactivos. Son las conocidas como restingolitas, y debido a la composición única de las expulsadas en la isla canaria, podríamos estar hablando de las rocas más radiactivas de todo el mundo.

La clave está en la zona blanca de la piedra, que es la que contiene el uranio, y en la que se han medido unos índices de este material seis veces mayor al de cualquier roca de las Islas Canarias. Esto es lo que las hace tan especiales, pues en las restingolitas nos encontramos en torno a 0.1 y 0.2 veces más de uranio que de torio, la parte negra de la roca, pero en este caso tenemos 3 veces más del primero que del segundo.

Al estudiar las rocas en profundidad se observa que estas relaciones entre uranio y torio varía del interior a la parte externa, donde son más normales, lo que lleva a pensar que la roca se ha formado a través de dos periodos de tiempo diferentes, y que lo más probable es que el interior provenga de los montes cretácicos y que tengan una edad de por lo menos cien mil años. Aunque esta no es la única teoría, ya que podría provenir de África o de movimientos tectónicos muy antiguos. En cualquier caso, se abre una nueva investigación sobre este tema.

vía | La Razón