Los peligrosos hábitos del sueño que no sabías que tenías
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Hemos hablado muchas veces sobre la importancia del sueño en nuestras vidas, dormir una cantidad de horas necesaria y su gran aporte para nuestro bienestar, salud y un buen motor para alcanzar una esperanza de vida más que aceptable o incluso más larga de lo normal. Pero, aún así, seguimos cometiendo errores a la hora de dormir, y hoy os hablaremos de algunos de ellos:
No respetar los horarios:
Antes de saber usar el fuego o, más adelante, la luz eléctrica, nuestros antepasados se regian por los ritmos circadianos: se duerme de noche y se lleva a cabo la actividad de día. Pero, con la luz artificial y las nuevas tecnologías (televisión, consolas, ordenadores, tablets, smartphones, etc), estamos alterado estos ritmos, y no llegamos a las 9 horas de sueño diario que recomiendan algunos expertos (aunque ya os hablamos aquí sobre el posible mito respecto a esta cantidad de horas).
Por ello, se deben evitar el uso de estos u otros aparatos, que provocan un estimulo de luz artificial, para evitar así el consecuente insomnio que podemos llegar a sufrir, hasta el punto de mantenernos despiertos toda la noche.
El fenómeno de “Ricitos de Oro”:
Si recordáis el cuento de esta pequeña rubia con el cabello rizado, sabréis que acabó eligiendo la cama más cómoda (evitando la más dura, y la más blanda). Con las horas de sueño sucede algo similar: no es bueno dormir poco (seis horas al día o menos), ni tampoco dormir demasiado (nueve horas o más).
Por una parte, la falta de sueño altera nuestro mecanismo hormonal, alterando así el metabolismo, el apetito, la concentración, el humor, la memoria, la presión arteríal, y un largo etcétera. Además, dormir menos se seis horas se ha relacionado con un aumento del hábito tabáquico, un aumento del alcoholismo y una disminución del ejercicio físico. Pero, por contra, el hecho de dormir más de nueve horas también se ha asociado a conductas no saludables y a un aumento del riesgo de muerte (por enfermedad cardiovascular), según investigadores de la University College de Londres.
Criptocromania:
Los criptocromos, por raro que suene, son un tipo de proteínas sensibles a la luz, que se encuentran en los ojos y en la piel. Por ello, nuestro cuerpo distingue el día de la noche aún con los ojos cerrados. Cuando se hace de noche, esta proteína manda señales a la glándula pineal para convertir la serotonina (la hormona que aumenta nuestro estado de ánimo durante el día) en melatonina (la hormona responsable del descanso por la noche).
Y al revés, por la mañana se suprime la melatonina y se crea serotonina. Por ello, si aumentamos tanto las horas de luz como las de oscuridad, provocamos una alteración del ritmo, con las consecuencias no deseadas.
Como curiosidad, los antidepresivos más usados influyen en la serotonina, provocando que circule más tiempo en sangre y aumentando su ánimo. Hay veces que incluso con una buena cantidad de sueño reparador, estos pacientes encuentran bastante mejora.
Esto son solo algunos ejemplos, aparte de los ya conocidos como que aumentar la calidad y cantidad del sueño mejora nuestro metabolismo (y, por el contrario, dormir poco y mal puede hacernos engordad), o que la luz artificial altera el circuito de la melatonina, algo de lo que ya hablamos en MedCiencia respecto al uso de smartphones o tablets en la cama. Así pues, solo un consejo: ¡Dormid! ¡Dormid mucho y descansad!
Y, dicho esto, os deseo una buena siesta.
Vía: Fox News.