5 suposiciones que ningún nutricionista puede soportar
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Como nutricionista, hay frases y sinsentidos que ya sean escuchados en la calle, en la televisión o de la boca de algún paciente, no puedes más que echarte las manos a la cabeza y disimular cierta risa nerviosa. Y es que, estoy convencido que no soy el único dietista-nutricionista al que, en cierta manera, le irrita escuchar suposiciones como las siguientes:
1. Comer alimentos dietéticos es la solución
A simple vista parece sencillo, pero en ocasiones lo difícil que puede hacerse convencer a ciertas personas que una alimentación saludable que permita perder grasa corporal, no se basa en utilizar todo tipo de productos dietéticos que encontremos por el supermercado (como los “light”, los “bajos en grasa” y los “sin azúcar”)
Muchas veces suelo escuchar frases como: “No entiendo porque me sobra tanto peso, si tomo galletas sin azúcar, lo utilizo todo desnatado, incluso si tengo que comerme un helado me compro de esos sin azúcar...” Y es que, si bien es cierto que algunos productos pueden ser interesantes, su utilización no tiene porque asociarse, ni de lejos, a una mejor alimentación. De hecho, muchas veces se abusa de estos alimentos porque “total, son light“.
Por ello, ante estos casos mis recomendaciones siempre son las mismas: prioriza verduras y hortalizas, frutas, pescados, carnes magras, legumbres, cereales de grano entero y si gustan los lácteos desnatados perfecto, pero es recomendable dejar de tomar de forma habitual helados, galletas, mermeladas y demás, ya sean light’s o no.
2. Los alimentos saludables no saben bien
“¡Pero si esto sabe a cartón!” , “¡Buff! esto parece comida para conejos” o “¡Llamando!, llamando al sabor!”
¿Quién no ha escuchado o espetado alguna de esas frases? En mi opinión una alimentación saludable es totalmente exquisita, pero muchas otras personas no comparten mi opinión (incluso algunas de ellas me han dicho que tengo unas papilas gustativas algo atrofiadas). Sin embargo, creo firmemente que todo el mundo puede disfrutar gratamente comiendo alimentos saludables, todo se basa en darle una oportunidad a los alimentos.
Si una persona está acostumbrada a sabores altamente agradables y palatables (excesos de azúcares, grasas, sal…), cuando va a comer, por ejemplo, un plato de verduras le sabe demasiado insípido, no le acaba de gustar. Por ello, una buena idea puede ser mezclar alimentos que sí gustan más con los que no acaban de gustar. Saber como preparar, mezclar y cocinar los alimentos es de gran importancia para disfrutar la alimentación.
3. El dietista-nutricionista es el “policia de la comida”
Este es el momento más peculiar. Cuando, casualmente, me encuentro con amigos o conocidos y éstos están comiendo o tomando alimentos no altamente saludables, algunos suelen incomodarse o poner alguna excusa como “es que hoy es domingo y me toca un caprichito“. A veces me miro de arriba a bajo y me pregunto si llevo placa, esposas y pistola. No necesito una justificación de los actos. ¿Que estás comiendo una pizza? Pues disfrútala. Yo también como pizza, lo importante es tener claro la asiduidad con la que se debe consumir.
Imagino que, como a mí, a todo dietista-nutricionista le incomodarán estos actos porque realmente nuestra función no es ser la de un policia que vigila todo lo que come la gente. Nuestra función es educar alimentariamente y ofrecer todas las herramientas posibles a las personas para que sean capaces de alimentarse de forma saludable.
4. Bajar de peso es cuestión de fuerza de voluntad
El concepto de tener fuerza de voluntad consiste en tener que desear tanto un objetivo como para ser capaz de soportar todo lo que haya que soportar para lograrlo. Sin embargo, la realidad es que todos sabemos lo que deberíamos hacer pero ciertos obstáculos como las emociones, la falta de tiempo, las presiones sociales o los hábitos inculcados desde la infancia imposibilitan esa consecución de lo que “debemos” hacer.
Por ello, una gran parte del trabajo del dietista-nutricionista es ayudar a las personas a hacer frente a estas barreras. Trabajar y saber enfrentarse a estos obstáculos, en lugar de centrarse sólo en el qué comer, es muchas veces, lo que realmente permite sentar las bases para un cambio real y duradero. En otras palabras, la pérdida de peso y su mantenimiento requiere del desarrollo de habilidades.
5. Bajar de peso cambiará mágicamente tu vida
Si hay exceso de peso, su disminución suele asociarse con mejoras en la salud, en el estado anímico y en la autoconfianza. No obstante, si una persona no está satisfecha con los aspectos clave de su vida (relación con su pareja, el trabajo…) conseguir el objetivo de pérdida de peso no va a resolver estos problemas milagrosamente. Muchas personas se han sentido decepcionas cuando han visto que perder peso no les hace realmente felices. Por ello, aunque siempre es áltamente recomendable comer mejor y perder peso (si es que sobra), si una persona busca un cambio en su vida porque no está satisfecha, primero debería discernir cuáles son las causas que realmente le hacen sentir así.
Vía| News Health
Imagen| Nutricióndelamujer