¿Podrán los forenses descubrir si Pablo Neruda fue envenenado?
Hay un gran misterio alrededor de la muerte de Pablo Neruda. El cuerpo del chileno ha sido exhumado hace un par de semanas de su tumba en Isla Negra, Chile. Esta exhumación se ha realizado porque se va a iniciar un análisis forense para comprobar si Neruda murió de cáncer de próstata, o envenenado, como ha declarado un testigo.
Empecemos por el principio. Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de estado que permitió a Augusto Pinochet establecer una dictadura en el país de Chile. Neruda había trabajado como embajador en Francia durante la presidencia de Salvador Allende, y al igual que otros partidarios de Allende estaba siendo perseguido y acosado por el nuevo régimen. En 2011 su antiguo chófer Manuel Araya declaró que Neruda recibió una inyección horas antes de morir, y se abrió una investigación para ver si había sido envenenado. La investigación continúa en la actualidad, con la exhumación del cuerpo por orden del Juez chileno Mario Carroza.
¿Qué van a hacer los científicos forenses con el cuerpo?
Estamos hablando de buscar algún rastro de un veneno desconocido en un cuerpo que lleva 40 años muerto. Es un reto complicado pero existen varias técnicas que se pueden utilizar.
Es posible identificar compuestos químicos extraños a una concentración bajísima en el cadáver, estos compuestos suelen corresponder a los medicamentos que había consumido la víctima poco antes de su muerte. Normalmente los medicamentos, una vez degradados por nuestro cuerpo son expulsados por la orina cuando han hecho su efecto, aunque también existen medicamentos que se disuelven en nuestra grasa y permanecen en nuestro interior. En el cadáver los restos permanecen en su vejiga o en el tejido graso, de donde se extraen las muestras a analizar. Sin saber que veneno se ha usado se tendrán que analizar muestras de diferentes tejidos, ya que cada veneno tiene “preferencia” por un tejido diferente, desde el hígado hasta el cerebro.
El principal problema, más allá de la antigüedad del cadáver, es la falta de un historial médico que resuma los medicamentos que tomaba Neruda en vida. Si tenemos en cuenta el cáncer de próstata, la lista de medicamentos de Neruda en el momento de su muerte debe ser lo suficientemente variada como para resultar un problema, ya que cada sustancia química extraña que se encuentre tiene más probabilidad de ser un medicamento que de ser un veneno.
Cabe la posibilidad de obtener falsos positivos. Por ejemplo, algunos venenos como el cianuro se producen de manera natural durante la descomposición del cadáver, no siendo necesariamente su presencia una prueba de envenenamiento. Si los científicos encuentran restos de una sustancia toxica que no debería estar ahí, el resultado es inequívoco. Pero algunas plantas venenosas no pueden ser detectadas ni siquiera con las técnicas analíticas actuales. Además, el análisis arroja resultados de presencia de compuestos químicos en el tejido, pero no da ningún dato sobre la cantidad de cada sustancia, de manera que si le envenenaron dando una sobredosis de un medicamento que ya tomaba, como la morfina, sería imposible de averiguarlo sólo con el análisis.
El análisis forense va a ser una colaboración internacional, con expertos de Chile, España, Estados Unidos y Argentina, y reunirá muchas áreas de conocimiento. Entre los encargados hay expertos en arqueología, antropología, medicina, fotografía, farmacia y toxicología.
¿Qué probabilidades hay de que Neruda fuera envenenado?
Esa es la pregunta del millón. El sobrino y biógrafo de Neruda, Bernardo Reyes, comentó a BBC Chile que la dictadura no empezó a envenenar a rivales hasta un tiempo después de la muerte de su tío, los primeros casos de envenenamiento comienzan en los ochenta. Sin embargo, es mejor no tener ideas preconcebidas. Ahora es el turno de la ciencia para esclarecer el misterio. Los análisis toxicológicos, que serán realizados en laboratorios españoles, saldrán a la luz dentro de unos meses.
Fuente | Nature
Imagen | This is Chile