Cómo crear tu propia cucaracha teledirigida
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Si este verano tienes algo de tiempo libre y no sabes a que dedicarlo, siempre puedes comprar algo de tecnología, capturar cierto animal y fabricarte tu propia cucaracha ciborg teledirigida.
Este proyecto tan futurista es posible gracias a investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, que demostraron que era posible controlar una cucaracha introduciendo electrodos en determinadas regiones de su cerebro. Este año han vuelto a aportar novedades controlando a la cucaracha mediante Kinect, el dispositivo de detección de movimiento de Xbox. Actualmente venden un kit (por el módico precio de 100 euros) para realizar el proyecto en tu propia casa.
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“Hackear” una cucaracha para controlar sus movimientos es posible manipulando su percepción de la realidad usando corrientes eléctricas. Aunque el cerebro de las cucarachas tenga una estructura menos compleja que el nuestro, también está formado por neuronas idénticas a las nuestras que se pueden activar mediante estimulación eléctrica. Cuando queremos que la cucaracha avance hacia delante se estimulan artificialmente los órganos sensoriales del animal para que detecte una presencia detrás de ella y para que el animal gire damos pequeños impulsos eléctricos a la región sensorial asociada a las antenas, provocando la ilusión de que la antena está rozando una pared.
Las cucarachas no es el único animal “hackeado” que existe. El investigador Jonh K. Chapin presentó hace unos años una rata ciborg en una convención de robótica, siendo apuntada a una competición de resolución de laberintos contra otros robots. En este caso el mecanismo era ligeramente diferente al de la cucaracha: a la rata se le estimulaba eléctricamente los circuitos de recompensa cuando el animal toma la dirección deseada. Al recibir una sensación de placer de premio, la rata acaba siendo adiestrada para obedecer las órdenes del investigador.
Hay diferentes aplicaciones posibles para los animales ciborg. Además de ayudarnos a comprender mejor cómo funciona el cerebro, los animales teledirigidos pueden ser útiles en tareas de rescate en regiones catastróficas o en misiones de espionaje. También pueden entrar en regiones pequeñas o peligrosas para un humano (recordemos que las cucarachas toleran la radiactividad y podrían realizar misiones de reconocimiento en centrales nucleares descontroladas, por ejemplo).
¿Cuál es la ventaja de usar animales robotizados en vez de simples robots? La clave es el instinto de supervivencia: los robots no tienen una inteligencia artificial muy alta hoy en día, y si se deja en piloto automático no sabrá tomar decisiones rápidas ni improvisar. En cambio los seres vivos subsistimos gracias a nuestra capacidad de supervivencia, así que cuando se quiten las manos del mando la cucaracha seguirá siendo una cucaracha, se esconderá y evitará los peligros muchos mejor que cualquier robot actual.
Puede parecer cruel pero el animal no sufre dolor en ningún momento (tampoco sería útil su comportamiento si estuviera sufriendo), sino que se basa en cambiar la percepción, algo más cercano a la realidad virtual, pero en animales. Los progresos en este campo son valiosos ya que permiten superar las limitaciones en la tecnología robótica actual aprovechándonos de la tecnología que más evoluciones ha tenido a lo largo de la historia: los seres vivos.
Fuentes e imágenes | Popular Science, The Abstract