La televisión, un medio de comunicación con casi un siglo de antigüedad, utilizado por millones de personas durante décadas como principal fuente de información. Una plataforma de distribución de contenidos que llega a los rincones más inhóspitos de nuestro planeta, mucho más lejos que las redes de telefonía o internet. Sin embargo, el propio internet nos ha demostrado en infinidad de ocasiones cuan importante es la comunicación bilateral en la actualidad, hasta el punto de que tal virtud casi se ha convertido en parte de la definición de medio de comunicación.

A lo largo de las últimas décadas, y en especial en los últimos años, muchas han sido las compañías y tecnologías que han tratado de revolucionar los inescrutables caminos del rey del salón: desde el teletexto durante la década de los 90 o los receptores vía satélite vitaminados, hasta los intentos más recientes de la mano de las grandes compañías tecnológicas. Pero lo cierto es que a día de hoy, la mayoría de las personas que ven la televisión diariamente, sigue consumiendo la información que es transmitida desde canales diseñados originalmente para tal dispositivo, dando la espalda completamente a las opciones que ofrece internet. Ahora Google quiere volver a intentar cambiar esto:

Ayer mismo estuvimos muy atentos al último movimiento de Google para tratar de acercar definitivamente internet a nuestros televisores. Hablamos de Chromecast, un dispositivo que conectado a nuestro televisor vía HDMI, promete enriquecer la experiencia de consumir información desde nuestro salón. Este pequeño dispositivo está permanentemente conectado a nuestra red Wi-Fi y mediante ella a nuestro smartphone (iPhone o Android), desde el cual podemos enviar cualquier contenido multimedia tanto local como en la nube, a la pantalla principal de nuestro salón: vídeos, música, fotos e incluso pestañas de Chrome (aún en fase beta).

Gran flexibilidad a la hora de conectarse a varios dispositivos simultáneamente y una API que hará las delicias de los desarrolladores, son dos de las principales armas que Chromecast trae bajo el brazo para tratar de triunfar donde su antepasado, Nexus Q, falló estrepitosamente. Además, sería un completo error olvidarnos del factor que sentaría a Chromecast en nuestro salón, su precio: 35 dólares. Este es el valor que ha conseguido ofrecernos Google en consonancia con su clásica política de sacar un modesto beneficio de las ventas, no cabe duda de que esta cifra dará que pensar a alguno de sus competidores, como Apple TV, que luce un precio de 99 dólares.

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Pero no nos precipitemos, en este momento no considero justo comparar estos dos gadgets, dado que Chromecast aún cuenta con muy pocas opciones, y Apple TV ofrece en este momento muchísimo más a un precio que puede considerarse muy razonable. Aunque se trata de una situación temporal, no os quepa duda de que las comparaciones llegarán, y muy pronto. Por ahora Google aún no ha decidido cuándo saldrá a la venta Chromecast en Europa.

Estos dos gadgets tratan de revolucionar la televisión obviando sus propias raíces, de hecho, más que ayudar a la evolución de la televisión, ambos tratan de extender la experiencia de internet en dispositivos portátiles inclinando la balanza hacía el consumo de contenidos online. El futuro de la televisión se difuminará discretamente cuando estas compañías consigan convertir nuestro televisor en una pantalla a las órdenes de sus propios servicios.