Los orígenes de la monogamia: infanticidio y protección
Se ha investigado mucho sobre el tema. Hasta hoy se habían propuesto dos hipótesis para explicar la evolución de la monogamia social entre los mamíferos: como estrategia de vigilancia de la pareja masculina, debido a los beneficios del cuidado biparental, o como una defensa frente a los machos infanticidas. No obstante, análisis comparativos habían sido incapaces de resolver las causas profundas de la monogamia. En la última década, de hecho, se han publicado alrededor de 15 estudios comparativos y libros que ofrecen explicaciones alternativas para la evolución de la monogamia en mamíferos, pero ninguno de ellos ha ofrecido respuestas concluyentes.
Dos trabajos independientes publicados el mismo día ofrecen ahora dos nuevas explicaciones: uno sostiene que la monogamia se desarrolló para cuidar mejor de la pareja; el otro asegura que el objetivo fue proteger a la descendencia del infanticidio de otros machos.
Cuidado e infanticidio
Unos de los estudios se ha publicado en la revista Science y lo han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Cambridge. Con datos de más de 2.500 especies de mamíferos, ofrecen resultados que apoyan la teoría de que los machos forman parejas con la idea de proteger y conservar a sus compañeras. Ante la dificultad para defender a más de una hembra y abarcar un espacio amplio, podrían haber decidido establecerse en parejas y dedicar sus esfuerzos protectores y de conservación a una sola de ellas.
Estos mismos investigadores han destacado que la monogamia social ha evolucionado en las especies de mamíferos no humanos en los que las hembras fértiles no se relacionan entre ellas. Los machos serían incapaces de monopolizar y conservar a múltiples hembras frente a sus competidores.
El otro trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, lo han llevado a cabo investigadores ingleses y neozelandeses, y han afirmado por primera vez que la monogamia se podría haber desarrollado para evitar el riesgo de infanticidios, es decir, el peligro que machos ajenos a la familia mataran a los niños. Y todo porque resultaría ser que los niños son más vulnerables cuando dependen exclusivamente de la madre. Esto las llevaría a buscar una pareja macho en busca de protección.
Según los científicos, la madre, además, podría tardar más tiempo en estar en disposición de volver a quedarse embarazada, lo que a su vez podría abrir la puerta a la amenaza de otros machos ajenos a la familia, que pueden obtener otro emparejamiento si matan al niño. Como conclusión, la participación de los machos en la crianza acortaría el período de dependencia infantil y permitiría que las hembras estuvieran antes disponibles para volver a quedar embarazadas.
Éste segundo es el primer estudio que señala un camino de evolución para el surgimiento de la vida en pareja. Con todo, la crianza a cargo del padre y de la madre, así como la búsqueda de un solo macho por parte de las hembras, son resultado de la monogamia, no la causa. Y es que, tras el desarrollo de la monogamia, los machos son más propensos a tener cuidado de sus crías. En resumen: cuando los padres cuidan de las crías no sólo las protegen de otros machos (como objetivo inicial), sino que a la larga acaban por compartir la crianza.
Los autores del estudio de ‘Science’ no creen que la evolución hacia la monogamia social esté relacionada con el alto riesgo de infanticidio.
Fuentes | Elmundo.es
Imagen | Cléderson Perez