Descubren un nuevo biomarcador para el diagnóstico precoz del Alzheimer
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Son muchas las líneas de investigación que actualmente existen sobre el Alzheimer, la temida enfermedad de la tercera edad. En Medciencia ya se ha explicado con anterioridad en qué consiste realmente la enfermedad de Alzheimer y, recientemente, cómo la tecnología espacial permite su diagnóstico. En este último artículo, de nuevo, se puso en evidencia la gran importancia que supone la tecnología espacial para la sociedad, con avances que están revolucionando nuestro día a día constantemente aunque no nos percatemos de ello.
Debido a que ocurren una serie de procesos en el organismo que comienzan mucho antes de la aparición de los característicos síntomas clínicos de la enfermedad de Alzheimer, los científicos están intentando descubrir cómo detectar estos procesos con el objetivo de diagnosticar la enfermedad de manera precoz.
Los biomarcadores son los chivatos que nos revelan que esos procesos patológicos están empezando a ocurrir y que, tal vez, sea el comienzo de la enfermedad. Gracias a esta detección precoz, se podría intervenir rápidamente para evitar que la enfermedad siga su curso. Por ello, los científicos muestran un especial interés por los biomarcadores, ya que si se encontrara uno ideal, se podría detectar la enfermedad con bastantes años de antelación aumentando considerablemente la supervivencia del enfermo.
El nuevo biomarcador
En una investigación realizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas, científicos barceloneses han descubierto un nuevo biomarcador que podría diagnosticar con gran antelación la enfermedad de Alzheimer.
El nuevo biomarcador, que consiste en la disminución de ADN mitocondrial en el líquido cefalorraquídeo, líquido que envuelve el encéfalo y la médula espinal, se une a los dos que ya existían. Estos dos biomarcadores permiten descartar la enfermedad cuando ambos están ausentes, aunque no la diagnostican con certeza cuando están presentes.
Lo verdaderamente novedoso del nuevo biomarcador, es que puede aparecer incluso 10 años antes de los primeros síntomas de la enfermedad, por lo que se convierte en la primera alteración conocida por el momento del Alzheimer.
Por otra parte, la medición de este biomarcador sería rutinario puesto que emplea la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) para su detección, una técnica que se usa con frecuencia en el laboratorio; y, por si no fuera ya suficiente, es útil para diagnosticar tanto el Alzheimer de carácter hereditario (el familiar), como el esporádico.
Aun así, los expertos aseguran lo siguiente:
“Es necesario realizar más estudios en modelos animales y ensayos clínicos terapéuticos en personas, para determinar si la reducción de ADN mitocondrial circulante en el líquido cefalorraquídeo refleja un factor etiológico en el proceso neurodegenerativo de la enfermedad de Alzheimer y si esta alteración de ADN mitocondrial puede ser modificada con tratamientos.”
Finalmente, los resultados de este estudio permitirán abrir una nueva vía de investigación y plantea una nueva hipótesis sobre las causas de la enfermedad.
Fuente: SINC