En nuestro día a día nos tenemos que identificar en muchos sitios, incluso aunque no nos demos cuenta. Al fin y al cabo, la llave de nuestro coche no es mas que otra manera de asegurar que somos nosotros y no otra persona la que puede arrancarlo. Y cuando abrimos nuestro ordenador, tenemos que introducir contraseñas a cada cual mas compleja y difícil de recordar. En algunos casos, incluso nos tenemos que identificar para acceder a nuestro puesto de trabajo. Ahora la startup Bionym nos presenta una manera de unificar todas esas identificaciones.

Y lo hace con la pulsera biométrica Nymi. Seguramente la identificación biométrica os sonará aunque nunca la hayáis usado: se trata de usar nuestro propio cuerpo como llave. Sin embargo, pese a que el cine de Hollywood nos haga creer lo contrario, realmente se trata de una llave que se puede falsificar. Es posible copiar nuestro iris, o modificar nuestra cara para que se parezca a la de otra persona. Por tanto, los métodos de identificación que se basan en esos parámetros son inseguros, según Bionym.

Por eso la pulsera Nymi usa otro parámetro distinto: nuestro electrocardiograma, o lo que es lo mismo, nuestro corazón. Al bombear sangre constantemente por todo nuestro cuerpo, este órgano genera descargas eléctricas que se pueden medir. Estas son diferentes para cada persona según varios factores, como el tamaño, la fisiología y la posición del corazón, y son tan únicas como las huellas dactilares, pero a diferencia de ellas no podemos simplemente copiarlas.

La primera vez que nos ponemos la Nymi, tenemos que crear un circuito con las dos manos para que el dispositivo lea nuestros valores, y a partir de ahí podremos usarla para identificarnos en cualquier lugar (que sea compatible, eso sí). No solo eso, sino que gracias a los sensores incluidos permite cosas como bloquear nuestro smartphone a menos que seamos nosotros mismos los que lo estamos sosteniendo. Por supuesto, implementarlo en coches y ordenadores solo depende de que estos tengan el lector apropiado que permita la comunicación con la pulsera.

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La pulsera Nymi tiene prevista su salida para el año que viene, a un precio interesante: 99 dólares (79 dólares si reservamos). Sin embargo, no es el precio ni su utilidad lo que puede evitar su éxito, sino los miedos de falta de privacidad (ya que también se podría usar para implementar publicidad personalizada), y a la falta de lugares compatibles con la pulsera en nuestra vida diaria. Porque de nada sirve tener una pulsera si nuestro coche sigue pidiéndonos las llaves.

Fuente | Nymi