Los 10 trabajos más maravillosos del mundo

Hace tiempo que no os hablo de curiosidades varias, y hoy, ¿por qué no?, volveremos con unas cuantas. Aunque en MedCiencia tratamos diferentes temas relacionados con estudios, siempre queda un pequeño (gran) hueco para cosas curiosas, no debemos olvidarlo. En el caso de hoy os hablaré de los mejores trabajos del mundo.

Pingüinologo

Los pingüinos, en peligro de extinción como tantas otras especies, son animales verdaderamente curiosos. ¿Habéis visto la película de “Los pingüinos del Sr. Popper”? Deberíais, es bastante cómica. Dicho esto, la Sociedad Zoológica de Londres tiene entre sus empleados al Dr. Tom Hart, investigador de las amenazas a los pingüinos antárticos. Entre sus tareas, en 2011 supervisó la piscina de pingüinos más grande de Reino Unido, situada en Londres.

Catador profesional

Este debe ser el sueño de muchos. Que te paguen por comer y beber y saber tu opinión sobre lo que consumes. No me digáis que no sería genial… Pues existe. En Australia Occidental está Keam Rich, de Brighton. Además no solo cobra por comer y beber, sino que también tiene pases VIP en múltiples fiestas.

Bufón

Aunque fue una profesión de la época medieval, aún existen bufones hoy en día. En total existen 30 miembros del Gremio de los Bufones en la actualidad. Si te gusta hacer el payaso y cobrar bien (pues estos bufones actúan para las cortes reales actuales), este trabajo te gustaría.

Probador de toboganes

¡Si! No me he vuelto loco, es una profesión real. Está el caso de Sebastian Smith, que consiguió su trabajo a principios de 2013. Su trabajo consiste en simplemente tirarse por un tobogán y darle una puntuación. Y no son toboganes cualquiera, pues siempre suelen situarse en lugares exóticos.

Probador de edredones

Si algún día dejo la medicina, os juro que intentaré conseguir este trabajo. ¡Probador de edredones! Debe ser algo genial. Evidentemente, el trabajo es muy fácil: probar la ropa de cama más cómoda. Una profesión donde fomentan que duermas… ¡La quiero!

Catador de Vino

Si el empleo anterior fomentaba dormir, este fomenta beber. Es el caso de Olivier Krug, representando a la sexta generación de su familia en este puesto de trabajo. Krug se dedica a viajar por el mundo, supervisa las cosechas y desde luego bebe mucho vino. Posteriormente, Krug supervisa el comité de cata compuesto por miles de vinos, para comprobar si están a la altura.

Zombie profesional

Si si, existen trabajos como este donde “asustar” es la clave. En The London Bridge Experiencie tienen 50 de estos empleados y, curiosamente, no se busca que los trabajadores tengan experiencia en el asunto. Su cometido consiste en saltar de rincones oscuros y asustar a visitantes desprevenidos.

Catador de helados

Otra profesión peculiar (y deliciosa). Si lo tuyo no es el vino, pero te gustan los helados (y se que a much@s os gustarán…), esta profesión debe ser la mejor. Por ejemplo, Alison Gray lleva probando helados desde los 13 años, ¡wow! Para que imaginéis lo que cuesta desarrollar un nuevo sabor de helado, la media está en 18 meses, ni más ni menos.

Catador de chocolate

Vale, si lo tuyo no son las cosas frías, ¡prueba con el chocolate! Así lo pensó Jane Ballinger, primera mujer catadora de Cadbury. Su papel es simple, aunque honorífico, porque no cobra por ello. Pero seguro que disfruta, pues es la probadora oficial de los chocolates de Cadbury antes de que estos lleguen a las tiendas. Eso si, el problema de este trabajo es acabar con el colesterol por las nubes…

Probador de camas

Vía | The Telegraph.