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¿Puede ser mi hijo autista? Signos precoces y síntomas

25 octubre, 2013 20:28

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El autismo es un trastorno generalizado del desarrollo, como tal, hay una serie de síntomas que pueden indicar un autismo en niños, por lo general si se observan se debe acudir a un especialista para que evalúen al niño, no en todos los casos será autismo pero dado que es un trastorno del desarrollo que se beneficia mucho de las técnicas de educación y entrenamiento y que tiene mejor evolución o adaptación cuanto antes es tratado (requiere una atención temprana), siempre es bueno diagnosticarlo lo antes posible.

Los signos precoces que puedes observar en tu hijo son:

En el primer año de vida o en lactantes → Muestran poco interés por lo que les rodea, no pueden estar mucho tiempo solos sin buscar atención, no responden a los abrazos de la madre, no muestran sonrisa social pasados los 4 meses, no diferencia a los familiares, son indiferentes al juego, las carantoñas o la cara de la madre, se ríen o lloran prolongadamente (sin justificación), no responden a su nombre.

El segundo y tercer año de vida → Ausencia total o falta intensa de comunicación verbal y contacto visual, no muestra respuestas emocionales hacia los familiares más cercanos, no responde al dolor, teme a los ruidos, aparecen movimientos repetitivos (mecerse, golpearse la cabeza, aleteo…), no juega con los objetos, presenta llanto no controlable sin causa aparente (se irritan facilmente por cambios mínimos), control de esfínteres ausente o deficiente y retraso en la adquisición de los hábitos de higiene personal. No señalan objetos de su interés (pasados los 14 meses). No contesta lo que se le pregunta.

En la niñez → Se acentúan los rasgos que aparecían en las fases anteriores, no son capaces de vestirse solos sin supervisión, no se relacionan ni juegan con otros niños, prefieren estar solos, la comunicación verbal es escasa y defectuosa (frecuentemente con repeticiones), aparecen arrebatos contra si mismo o el entorno de elevada intensidad y que aparentemente no tienen causa, puede haber tendencia compulsiva a ordenar objetos, suele mostrar patrones de interés anormales (de intensidad y enfoque muy restringidos). Tienen dificultad para comprender sentimientos ajenos y expresar los propios.

Los síntomas del autismo que acabamos de comentar se agrupan en 3 grupos (según los criterios diagnósticos):

1- Los síntomas relacionados con una interacción social deficiente → Incluye contacto ocular, postura corporal, incapacidad parta desarrollar relaciones adecuadas para su nivel de edad, no hay reciprocidad o no hay tendencia espontanea a compartir intereses u objetivos con otras personas.

2- Las dificultades de comunicación o lenguaje (verbal y no verbal) → Ausencia de juego imitativo, ausencia de lenguaje o muy retrasado para la edad, utiliza un lenguaje repetitivo, tiene dificultades para iniciar o mantener una conversación…

3- La alteración del juego simbólico o imaginativo → Uno o más patrones estereotipados y restrictivos que son anormales en cierta forma ya sea por su intensidad o por su objetivo, inflexibilidad con rutinas o rituales, manierismos motores repetitivos y estereotipados (sacudir o girar las manos o dedos, movimientos completos de todo el cuerpo…), preocupación persistente por partes de objetos…

Alguna de estas tres alteraciones debe aparecer antes de los 3 años de edad. Se deben descartar otros trastornos del desarrollo (trastorno de Rett o desintegrativo infantil) o problemas como la sordera.

En la nueva versión del DSM, el DSM-V (Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales) estas tres áreas se fusionan en dos (incluyendo prácticamente los mismos aspectos solo que distribuidos de diferente manera) y la edad de inicio de síntomas se amplía a primera infancia en general (normalmente esta abarca hasta los 6 años de vida).

Además aunque no esté entre los criterios diagnósticos y que la variabilidad de un niño a otro dentro de este tipo de trastornos es amplia se sabe que los niños autistas tienen problemas con la “teoría de la mente” que es el mecanismo mediante el cual desarrollamos nuestra empatía y aprendemos a ponernos en el lugar de los demás, los autistas suelen tener problemas para empatizar. Es frecuente también la hipersensibilidad a la estimulación o a los ruidos. Suelen aparecer retrasos mentales en diversos grados y pueden presentar problemas en el autoreconocimiento. Se suele evaluar su grado de funcionalidad e independencia (o lo que es lo mismo, el grado de severidad del trastorno) y en base a ello planificar unas técnicas de educación conductual con las que se intentaran  modificar ciertas conductas y dotar de cierta autonomía al niño, es una especie de entrenamiento en habilidades para compensar sus déficits.

El autismo hoy en día se entiende más como un grupo de trastornos dentro de los que se engloban diversos tipos de autismo, el trastorno de asperger (no presenta los síntomas de retraso cognoscitivo ni de lenguaje, pero sí el resto de síntomas), autismo atípico, etc. Así se entiende que hay variabilidad de un niño a otro a pesar de compartir síntomas comunes.

Para dar una imagen más clara aquí os dejo el link de un video que compara a niños autistas con niños que tienen un desarrollo normal para poder ver las diferencias, que en ocasiones pueden pasar desapercibidas.

Fuente: Web consultas, Espectro autista.info, DSM-IV.

Imagen: Flickr.