Pese a lo que pueda parecer a simple vista, el espacio está lleno de eventos extraordinarios y fascinantes que ocurren constantemente. Algunos de esos eventos son cercanos a nosotros, lo suficiente como para poder estudiarlos a conciencia, y el paso del cometa ISON por la corona del sol es uno de los mas notables del año.

Atraído por la gravedad de nuestro astro rey, ya teníamos claro que el viaje de ISON pasaría muy cerca suya, tan cerca que nadie estaba seguro de si iba a poder completar la órbita o si por el contrario ese sería el final de su senda. Por eso la expectación en los científicos era tan grande, ya que bien se podría observar un fenómeno espectacular: la muerte de un cometa.

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Lo que acabó pasando no fue menos llamativo. En un principio parecía que ISON no había conseguido dar la vuelta, y de hecho los astrónomos pendientes de SOHO (el observatorio solar) llegaron a anunciar su desaparición, ya que no salió ningún tipo de resto al otro lado del sol después de que el cometa entrase en la corona.

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Sin embargo, y de manera sorprendente, ISON demostró ser mas duro de lo que se pensaba, ya que unas horas después del evento un objeto en la órbita planeada empezaba a brillar y a soltar la característica “cabellera” o “coma”, la atmósfera de gas y polvo producto del calor del sol. Sin embargo, ISON ya no es el mismo que terminó la órbita, ya que conforme caía hacia la estrella empezó a perder trozos y a despedazarse poco a poco. Pese a todo, el núcleo del cometa sobrevivió y completó la órbita que ahora vuelve a comenzar con lo que le queda.

Ahora la duda es si ISON será visible desde la Tierra cuando vuelva del sol en los próximos días. Por el momento, nos ha dado una historia interesante.

Fuente | NightSkyInfo