La autopista del futuro llega este año a Holanda
Cuando se habla de la “autopista del futuro”, nos imaginamos grandes carreteras rectas con coches flotando y recogiendo la energía necesaria para funcionar directamente de ella. La madurez nos ha enseñado que no es tan fácil que vayamos a ver eso en los próximos años, pero eso no significa que no haya motivos para seguir soñando. Por ejemplo, un proyecto que se va a iniciar en las carreteras holandesas este año es bastante futurista.
Pintura que reacciona a la situación
Estas autopistas “inteligentes” reaccionan ante el entorno; por ejemplo, de día la pintura luminiscente se recarga, para brillar de manera florescente por la noche (hasta 10 horas) y ofrecer a los conductores una mejor guía de lo que tienen delante. No solo eso, sino que también reacciona ante la temperatura. Si la carretera está a temperaturas tan bajas que se forma hielo o nieve, se iluminarán unos dibujos de unos copos de nieve.
La pintura no es lo único futurista, ya que también hay luces que se encienden solo cuando un vehículo está cercano. Otras propuestas del planteamiento original, como la recarga inalámbrica de las baterías eléctricas de los coches, aún no las veremos en la práctica, pero por el momento esta autopista es lo mas parecido al futuro por lo que vamos a conducir.