El Porsche 911 Targa y su hipnótico mecanismo de repliegue de la capota
“Coche deportivo” y “descapotable” no suelen ir bien de la mano. Sobre el papel se trata de una combinación ganadora, con la potencia y el control que supone un vehículo de estas características mezclados con el lujo que supone conducirlo con el aire acariciando nuestras cabezas. El problema es que normalmente los coches deportivos no se han pensado desde el inicio para que sean descapotables, y simplemente el fabricante quita el techo y pone un mecanismo feo, pesado y problemático; por eso suelen ser las peores versiones del modelo.
Ingeniería en movimiento
Con el anuncio del 911 Targa, Porsche pretende cambiar esa percepción que tenemos los aficionados. Sí, puede que este modelo pese unos 18 kilogramos mas que el 911 de serie, pero a cambio se ha implementado un interesante trabajo de ingeniería en el mecanismo de retirada del techo.
En 19 segundos, la capota se repliega, al mismo tiempo que los arcos se abren para dejarle paso y la ventana trasera se abre para acomodarla. Lo llamativo es que prácticamente todo el techo del coche se mueve a excepción del parabrisas, pero al final del proceso buena parte sigue en su sitio, y solo la capota ha desaparecido. Este diseño está inspirado en el 911 Targa original, creado buscando ofrecer mayor seguridad a los ocupantes del coche.