El hígado impreso en 3D que podrá ayudar a las víctimas de infecciones y envenenamientos
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Parece que el objetivo de explotar cada vez más las nuevas tecnologías en medicina está teniendo mucho éxito últimamente. En su momento os hablamos de los chips que funcionaban como pulmones, un hito de la nanoingeniería que podría evitar los experimentos con animales. Y, no menos importante, también hablamos de un prototipo de cuerpo humano artificial con el mismo objetivo que el pulmón anteriormente mencionado: Evitar el sufrimiento animal. Hoy la tecnología usada es otra, la impresión 3D, pero también servirá tanto para mejorar la investigación como para evitar el uso de animales: Un hígado artificial.
El hígado 3D que ayudará a investigar envenenamientos
A cargo de los científicos de la Universidad de California en San Diego nos llega la fabricación de un hígado impreso en 3D que sería capaz de desintoxicar sangre, y que perfectamente podría ser usado fuera del cuerpo humano para atraer y neutralizar toxinas del torrente sanguíneo de un paciente en peligro.
Actualmente se utilizan nanopartículas como forma de neutralizar las toxinas en los envenenamientos. Sin embargo, dicho tratamiento tiene el peligro o efecto secundario de que las mismas nanopartículas que se usan como tratamiento no se digieran correctamente y se acumulen en el hígado del mismo paciente, provocando un problema doble.
Otra utilidad para la impresión 3D
Por ello, Shaochen Chen y sus colegas han ideado este hígado mediante una matriz de hidrogel, el cual sería capaz de atraer y capturar las toxinas dentro de si mismo, evitando que se acumulen en el paciente tratado. Como curiosidad, parece que el dispositivo cambia de color cuando ha capturado las toxinas, poniéndose de un tono rojizo en el proceso, a modo de aviso de un trabajo bien hecho.
El concepto del uso de la impresión 3D para capturar nanopartículas es novedoso e inspirador, según comenta Chen, ya que permitirá fabricar matrices de hidrogel personalizadas para cada usuario, cosa que es de agradecer. Es lo que actualmente llamamos “medicina personalizada“, la cual está llegando a un nuevo nivel gracias a los nuevos caminos que abre la impresión 3D.
Vía | UC San Diego.