La presión psicológica de una final de Fútbol
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Este fin de semana se celebra la final de una gran competición como es la UEFA Champions League. Ambos finalistas tienen inmensidades de motivos por los cuales quieren llevarse esa copa, pero, ¿están preparados los deportistas de elite para hacer frente a la presión que supone jugarse ese premio en tan solo 90 minutos?
Un ejemplo típico para explicar la presión sería que se llegue al final del partido con un marcador en empate lo que supone que a continuación se efectúe la tanda de penaltis, ¿podrán todos los jugadores hacer frente a la presión que eso supone? ¿La presión mental puede inhibir las habilidades físicas de un jugador?
El Dr Rod Corban de la Universidad Central de Lancashire realizó un experimento sobre los Efectos de la Presión y la Ansiedad en la Ejecución Deportiva. En los estudios de Rod se colocan los marcadores sobre el cuerpo del sujeto, estos trasmiten la posición relativa de sus miembros a un ordenador para su procesamiento, sus datos se usas para calcular la fluidez de sus movimientos, en la segunda fase del experimento el jugador es sometido a presión, se le dice que sus habilidades serán calificadas por unos expertos. Corban pretendía indagar si bajo presión sus movimientos dejan de ser tan fluidos.Y así fue, comprobó que la ansiedad hace que los movimientos de un jugador d fútbol sean menos fluidos.
Al finalizar su experimento Corban habla de que la ansiedad reactiva la parte consciente del cerebro para transformar lo que debería ser un movimiento experto subconsciente en uno torpe y aficionado. Acaban afirmando que la clave para manejar esos momentos de presión puede estar oculta en el subconsciente de las personas.
¿Qué es la presión psicológica?
La presión psicológica no es más que un estrés elevado relacionado con situaciones trascendentes de alta dificultad y exigencia. Hay dos tipos de estrés, el positivo y el negativo, en el caso del primero el cuál llamamos eustres, se trata de una sensación que es adaptativa, es decir, ante un cambio o una nueva situación, el sujeto se esfuerza por atreverse a superar el reto, de este modo, el propio organismo se adapta y experimenta emociones agradables ante este proceso. Estaríamos ante un estrés inspirador y motivador, que poco o nada tiene que ver con el distrés. Este último, por el contrario, produce malestar y agobio, nos bloquea y no nos deja llevar a cabo aquello que tanto queremos hacer.
¿Hay alguna receta para manejar la presión, por ejemplo, en una final de Champions?
Sí, la presión psicológica se puede controlar, y podemos entrenar para ello, algunos de los principales consejos son los siguientes:
- Aprender a respirar: La respiración diafragmática lenta es una técnica de control de ansiedad muy utilizada.
- Controlar el lenguaje interior: Las autoverbalizaciones positivas serán muy importantes. Utilizar frases motivadoras que serán de gran compañía durante todo el partido.
- Mucho cuidado con las expectativas: Las expectativas han de ser realistas.
- Tener más en cuenta el rendimiento que no el resultado: Si tuviésemos que valorar a un equipo solo por el resultado del partido final sería una injusticia, sobretodo si la temporada ha sido fantástica.
- No pensar que ese penalti es especial: El hacerlo especial hace que aumente la presión del jugador, pensar que es uno más y que saldrá igual de bien que en los entrenamientos.
- Concentración: Centrar la atención en el partido, es importantísimo no distraerse, una de las técnicas es tener una imagen o palabra que den seguridad y devuelvan al jugador al partido.
- No estar pendiente del marcador: Eso solo aumentará la presión, da igual el resultado del partido, hay que seguir luchando, no bajar los brazos.
- Confiar en ti y en tu equipo: La confianza es un gran aliado para que baje la presión, si el jugador está seguro de sí mismo y de su equipo ya tiene mucho camino ganado, ningún jugador gana él solo un partido, todos cuentan en el equipo importan todos.
- Refuerza, refuerza y refuerza: Las actuaciones que se refuerzan, agradecen y elogian, tienden a repetirse. Es importante reforzarse a uno mismo y a los compañeros. Además, esto crea confianza y seguridad en el grupo.
- Manejo y gestión de las emociones: Es muy importante controlar la ira, rabia etc que generan ciertas situaciones y respuestas del contrario.
- DISFRUTAR: Una final es única, no se repetirá, por muchas finales a las que un jugador llegue ninguna es igual que otra por lo tanto es imprescindible disfrutar ese momento.
Las finales se juegan una sola vez, y tanto en el deporte como en la vida luchar hasta el final solo depende de uno mismo.