El primer clon barato de Google Glass es tan malo como parece
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Tarde o temprano tenía que pasar. El éxito de Google Glass a pesar de estar aún en periodo de prueba iba a suponer que pronto veríamos todo tipo de versiones o “clones” que buscarían capturar al público interesado en el concepto pero sin el dinero necesario para comprarse “el de verdad”. Ese mercado alternativo puede ser muy lucrativo si se recorta en costes y se lanza un producto con lo mínimo necesario para ser considerado como tal, aunque tal vez las “gafas inteligentes” SiME de la compañía taiwanesa ChipSip hayan recortado demasiado.
El ataque de los clones
A primera vista vemos que, al menos en lo que respecta al aspecto, SiME es una copia bastante fiel al original; solo cuando nos fijamos en los detalles y en sus características nos damos cuenta de que una copia siempre seguirá siendo una copia. Así lo comprobó Engadget de primera mano, al ver que la unidad que les dieron para probar estaba sujeta por cinta; es cierto que es un prototipo y que el producto final (seguramente) estará bien montado, pero desde luego no es la mejor impresión para empezar.
Y lo peor es que el resto del dispositivo sigue la misma tónica. El sistema operativo Android 4.2.2 no está adaptado a un dispositivo de estas características, y para controlarlo no tendremos mas remedio que usar el touchpad en el lado derecho para mover el cursor amargamente; no hay control por voz ni nada parecido al “Ok, Google” que caracteriza a las Glass originales. Para colmo la imagen es difícil de ver, y cuando lo consigues lo que ves es la interfaz stock de Android con iconos de apps diseñadas para ser usadas en un smartphone.
Todo indica que ChipSip pretende aprovecharse del tirón de Glass, y de ahí que el precio de lanzamiento sea en torno a los 500 dólares, mil dólares menos que Google Glass. Este producto debería servir de advertencia a los potenciales compradores de que el mercado puede llenarse de imitaciones de Glass que es muy posible que no merezcan la pena.
Fuente | Engadget