Ropa con tratamiento antibacteriano para que la Estación Espacial no huela mal
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Si crees que tu compañero de trabajo tiene un problema de olor, eso es porque no has estado en la Estación Espacial Internacional. Resulta que en ese entorno de gravedad cero no hay lavadoras ni nada parecido, así que los astronautas no tienen mas remedio que volver a ponerse la ropa sucia una y otra vez hasta que anda por si sola hasta que el olor es demasiado intenso como para soportarlo. Esto puede que no sea muy agradable, pero no hay mas remedio que hacerlo ya que es muy costoso mandar cargamentos de ropa nueva para todos los días de una misión; así que los habitantes de la estación no tienen mas remedio que llevar la misma ropa interior durante tres o cuatro días seguidos, por ejemplo. Aparentemente esto no es tan malo como parece, ya que al estar en un entorno muy controlado con una temperatura constante es mas difícil que se formen bacterias que provocan el mal olor.
Pero tarde o temprano la ropa se ensuciará demasiado como para ser higiénico llevarla encima; su destino será la atmósfera terrestre donde se quemará con todos los residuos de la estación, pero hasta que se llena uno de los contenedores esa ropa estará ocupando un espacio vital. Ahora la NASA ha anunciado un nuevo experimento en el que probará nuevos tejidos antibacterianos que deberían durar mucho mas que los actuales, y de esta manera reducir los 400 kg de ropa que tiene que mandar para cada seis miembros de la ISS en un año. Esta ropa no solo cuenta con un tratamiento antibacteriano, sino que es mas ligera de lo habitual por lo que es ideal para las sesiones de entrenamiento diario que tienen que pasar los astronautas.
El experimento consiste en llevar estas camisetas y pantalones cortos especiales en sus sesiones de entrenamiento de dos horas y media y solo dejarlas a secar; esto durará quince días durante los cuales los astronautas tendrán que rellenar un cuestionario. Un detalle importante es que este tratamiento antibacteriano para ropa en particular está disponible de manera comercial, por lo que si el experimento tiene éxito no tardaríamos mucho en verlo aplicado a productos comerciales.
Fuente | NASA | Smithsonian