Las 8 formas que tiene la tecnología de hacernos más estúpidos
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Estamos ante una era dónde las nuevas tecnologías avanzan a una velocidad de vértigo. No podemos discutir que cada vez aparecen nuevas aplicaciones que nos facilitan nuestro día, y redes sociales que nos permiten acercarnos a nuestros familiares y amigos desde distancias inimaginables, pero… ¿Esta comodidad es buena para nosotros? ¿Cómo reacciona nuestro cerebro?
Para sacaros de dudas, hoy en Medciencia os contaremos las 8 formas que tienen estás nuevas tecnologías de afectar a nuestro cerebro.
1. Irrumpe nuestro sueño
No dormir lo suficiente puede acarrear efectos negativos en nuestro cerebro, alterando nuestro humor, reduciendo nuestra concentración y eficiencia, o simplemente haciendo nuestro día a día inaguantable.
Los estudios han demostrado que la luz azul, emitida por smartphones, tablets y portátiles, pueden suprimir la melatonina, que es la hormona encargada de determinar nuestro ciclo de sueño, haciéndonos casi imposible conciliar el sueño.
2. Nos distraemos con más facilidad
En el trabajo, en el coche, en la universidad, e incluso en los pasos de cebra. Son incontables las situaciones en las que recurrimos a nuestro smartphone para pasar el rato, y no es muy difícil darnos cuenta de cómo nos distrae de la tarea que estábamos realizando.
En 2012 se realizó un estudio en el que participaron más de 2400 profesores, los cuales afirmaron detectar en las nuevas generaciones más distracciones que en las previas, y todos apuntaban a las nuevas tecnologías. Y el panorama sigue en auge, ya que adquirir un smartphone cada vez es más sencillo y económico.
3. Disminuye nuestra capacidad para memorizar
Existen aplicaciones muy prácticas, como Keep, o Evernote, que nos ayudan a recordar la lista de la compra, a que hora habíamos quedado, o cada cuánto tenemos que tomar la medicación. Sin embargo, están dejando en un segundo plano la labor a la que nuestro cerebro se ha encargado con suma precisión durante siglos: memorizar.
Por otro lado, estos dispositivos también nos proporcionan numerosas herramientas para mejorar nuestro aprendizaje y memoria, y mantener nuestro cerebro activo gracias a su gran número de pasatiempos y puzzles.
4. Recurrimos a Internet para recordar cosas
El Scientific American comparó Internet como una ‘memoria externa’ para nuestros cerebros. Que no es ningún delito; desde siempre hemos recurrido a una fuente externa para almacenar la información que podíamos perder, ya sean libros, notas, o incluso canciones.
Pero aun estás a tiempo, en Medciencia también hablamos de las claves para mantener nuestro cerebro joven, evitar la comodidad y tener un cerebro sano.
5. Nuestra memoria a corto plazo comienza a fallar
Miramos la hora que es en el móvil, y segundos más tarde lo volvemos a hacer porque no nos acordamos. Una encuesta realizada en 2013 señalaba que los nacidos en este último milenio son más propensos a olvidar dónde habían puesto las llaves que las personas mayores de 55.
6. Leer se nos hace más difícil
Buscar la información en libros o enciclopedias cada vez suena más lejano. En Internet encontramos con facilidad todo tipo información por absurda que fuese, y no solo eso, Internet posee diferentes ‘ganchos’ que nos hacen esa información más amena, como los diferentes tamaños de letra, los colores o animaciones.
Los investigadores han encontrado que el texto vinculado nos supone un gran reto mental, haciendo más difícil retener la información.
7. Nos hacemos dependientes del GPS
Diferentes estudios realizados en 2010 señalaron que las personas que utilizaban el GPS con más frecuencia mostraban una menor actividad en el hipocampo, el área del cerebro encargada de la memoria y la navegación.
El caso más curioso es el de los taxistas, de los que conocemos que se han valido de su memoria espacial para orientarse por la ciudad. Un estudio de la Universidad de Londres encontró que los taxistas poseían un hipocampo más desarrollado que los conductores que no lo eran.
8. Tu cerebro empieza a parecerse al de un drogadicto
No es ningún cuento chino para que no estés tanto tiempo en Internet; permanecer en la red durante más tiempo del que debes puede causar cambios en nuestro cerebro, llegándose a comparar con el cerebro de un drogadicto o un alcohólico, de acuerdo a un estudio realizado en 2012.
El caso se acentúa en las personas reconocidas como gamers, que suelen sacrificar horas de sueño, faltar a clase y no comer nada (o comida basura) para aprovechar el tiempo frente a la pantalla. Estas personas poseen una cantidad anormal de materia gris y blanca en sus cerebros, que interrumpe y paraliza las regiones del cerebro que participan en el procesamiento de la emociones y la toma de decisiones.
Fuente | Nairaland