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¿Qué hacer cuando la gente no entiende tu condición de salud mental?

11 agosto, 2014 20:17

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Probablemente el hecho de que la gente de su entorno no le entienda le habrá pasado a cualquier persona que haya tenido un problema psicológico o un trastorno mental en algún momento de su vida, o que lo esté padeciendo ahora. Es cierto que frecuentemente la gente tendrá dificultades para comprender lo que ocurre y apoyar o ponerse en el lugar de la otra persona, esto puede ser muy duro para el que está pasando por una situación así. El estigma y los problemas de adaptación y comprensión de las personas con trastornos de este tipo son uno de los factores que más frena y entorpecen su mejora.

Hoy vamos a dar unos consejos para aquellas personas que se sienten incomprendidas y quieren saber como manejarlo mejor o cómo cambiar esa situación.

¿Por qué no me comprenden?

Pues es simple, porque es algo desconocido. Las personas tendemos a temer lo que desconocemos. Seguramente encuentres mucha más empatía en alguien que haya pasado por tú situación o una similar.

Pero debes pensar que esto es normal, es decir, tu también podrías desconfiar o temer algo que desconoces. En ocasiones lo que ocurre es que aunque empaticen y deseen ayudarte no saben cómo o temen meter la pata y por ello intentan no implicarse demasiado, por si con ello causaran más mal que bien.

Los trastornos mentales son (aun hoy en día) bastante desconocidos para el público general, son algo ante lo que no saben cómo actuar, muchos pueden sentirse como peces fuera del agua al tratar con alguien con problemas psicológicos. Ese propio desconocimiento te hace sentir mal y frecuentemente te aleja de la persona porque quieres ayudar pero no puedes o no sabes cómo. Si alguien tiene un catarro todo el mundo sabe que hay que darle mucha agua, vitaminas, reposo, lo típico, pero cuando alguien te dice que tiene un trastorno mental te quedas en blanco y no sabes cómo ayudar.

El público general frecuentemente ve a las personas con trastornos mentales como impredecibles, impulsivas o incluso peligrosas. Como personas irracionales o poco responsables. Esto son prejuicios e ideas preconcebidas irreales. Como ya he dicho esto proviene del desconocimiento, reafirmo que esto no tiene porqué ser así en absoluto. Pero bueno, aunque no sea vuestro trabajo frecuentemente vais a tener que luchar por eliminar esos prejuicios e ir creando nuevas y mejores impresiones en la gente. Esto es totalmente injusto pero inevitable. En ocasiones incluso puede que personas que os trataran de forma normal al principio de repente cambien su actitud, intenten ser más suaves y cercanas con vosotros o al contrario se distancien.

Pero lo importante es pensar que todo mejora con el tiempo, la gente se acostumbra e incluso puede olvidarse de que tienes un trastorno mental y volver a tratarte como antes. Y por supuesto, habrá gente que no cambiará nada y estará ahí siempre para apoyarte. No tiene porque pasar que la gente se comporte de esta manera pero hoy abarcaremos esa posibilidad.

¿Qué cosas debo saber o hacer para llevar la situación mejor?

Piensa que no es permanente. Este punto es importante, seguramente les llevará un periodo de adaptación, tanto a familiares como a amigos o conocidos el asimilar que tengas ese problema (de igual manera que te lo puede llevar a ti). Pero luego mejora bastante con el tiempo e incluso se recupera la normalidad. Así que piensa que no tiene porque ser siempre así y se paciente.  A veces la gente necesita tiempo por injusto que nos parezca.

¿Es real o lo pienso yo? Puede pasar que, sin darnos cuenta, estemos condicionando nuestro entorno, estemos por ejemplo demasiado pendientes de signos negativos. Expliquemos esto… me refiero a que conductas que antes no nos molestaban ahora nos puedan molestar más que antes y acabemos creando nosotros mismos situaciones raras. Por ejemplo antes hacías algo ligeramente inusual y tú amiga (de broma) te decía “se te va la olla”, ahora haces lo mismo y cuando te sueltan el comentario te lo tomas como una ofensa. Ese pensamiento no es real, si queremos que nos traten como a los demás debemos saber distinguir entre bromas inocentes y normales de comentarios dañinos. Frecuentemente ocurre que empezamos a atribuir todo lo que hace la gente al trastorno que tenemos, buscándole 7 piernas al gato y al final prestándole nosotros mismos más atención al trastorno que la que le prestan los demás. Debemos evitar empeorar las cosas de esta manera.

El estigma también te lo pones tú. Habrá cosas que dejes de hacer pero otras que no tienes porque, no te limites más de lo que la enfermedad te limite (si es que lo hace). Mantén tu independencia y autonomía, no te vuelvas dependiente ni te encierres en ti mismo, un diagnóstico no cambia quien eres, mantén tu esencia e intenta seguir con tu vida normal y las actividades de la vida diaria (a no ser que tu terapeuta te lo desaconseje). No te sientas nunca avergonzado ni menos valido que los demás.

Déjate ayudar. No les acabes alejando tu mismo. Muchas veces podemos empeorar la situación si rechazamos toda ayuda. Es cierto que puede que te estén ayudando de la manera equivocada y eso solo empeore tu situación, en tal caso orientales en cómo ayudarte y qué necesitas, explícales por qué su conducta no te ayuda pero agradece la ayuda y busca el apoyo cuando lo necesites.

Escucha a los profesionales y no a las amistades. Este punto es muy importante. Seguro que tenemos algún familiar que tiene un amigo que dice que para nuestro problema lo mejor es… X. Eso está muy bien pero nosotros somos un caso individual y diferente y no debemos seguir consejos “populares” que vayan en contra de las recomendaciones terapéuticas. Si os ponen problemas decidles que el médico lo ha dicho así y punto. Otra razón para seguir las recomendaciones terapéuticas es que los propios profesionales te pueden orientar en cómo manejar la situación en casa. Por mucho apoyo que busques en los amigos y familiares no olvides que el que más te puede ayudar es el profesional especializado. Tus amistades no pueden ayudarte de la misma manera ni darte las respuestas que te dará un profesional. Intenta hacerles entender que lo que necesitas de ellos es su apoyo y cercanía pero no consejos de manejo o una “cura”, es muy fácil caer en los “Tu lo que tienes que hacer…” cuando probablemente no tengan ni idea.

Ten claro tu objetivo: Mejorar. Debes mirar lo que es bueno y necesario para ti. Si hay una persona que te está haciendo sentir mal, entorpeciendo tu evolución o creándote más problemas que otra cosa, plantéate que quizás debas alejarte de esa persona o sacarla de tu vida (por lo menos temporalmente). Tu objetivo debe ser estar bien, sentirte mejor, trabajar las recomendaciones terapéuticas y seguir adelante poco a poco. Tu objetivo no es caer bien a la gente. Si alguien te lo impide, esa persona no debe ser parte de tu vida (por tu propio bien). Está claro que puedes intentar explicárselo y que se amolde, pero si no lo hace, debes pensar en ti misma/o y dejarla marchar. No necesitas ni la aprobación ni el consejo de esa persona.

Procura que tus amigos y familiares aprendan sobre tu problema, esta es la solución más efectiva para que los demás te comprendan y sepan que deben hacer y que no para ayudarte. Si te diagnostican una esquizofrenia o un trastorno de estrés postraumático es lógico que los demás se queden perplejos sin saber ni qué es ni qué implica. Anímales a informarse por internet (recomienda páginas de asociaciones de familiares de pacientes con… o páginas dedicadas a pacientes y familiares, debemos evitar que lean cosas no ciertas), animales a leer algún libro o incluso a hablar con tu profesional o tu terapeuta para que les explique en qué consiste tu problema y como pueden ayudarte. Los psicólogos pueden ofrecer unas pautas familiares que suelen venir muy bien para que las personas cercanas sepan qué función tienen en mejorar la situación de la persona con un trastorno mental y cómo pueden ayudarla (o, por lo menos, no empeorar la situación).

Si las cosas sigue mal en casa puedes plantearle a tu terapeuta algunas sesiones de terapia familiar, esto suele ayudar bastante.

Fuente: PsychCentral.

Imagen: Flickr.