¿Por qué los astronautas flotan en el espacio?
Es corriente encontrar que mucha gente tenga conceptos erróneos sobre cosas en principio sencillas. A veces es culpa de la degradación de nuestra memoria con los años. Otras veces, más frecuentemente, culpa de los medios de comunicación (y profesores) que a veces no somos capaces de dejar claros los conceptos que queremos explicar. El término “gravedad cero” que se utiliza de forma errónea, o al menos confusa al hablar de los astronautas en, por ejemplo, la estación internacional (ISS), sería uno de tantos errores de concepto.
Al hablar de gravedad cero, lo natural es pensar que no existe gravedad a esa altura (o es demasiado débil para sentirse), y que por eso flotan los astronautas. Sin embargo, el término se utiliza por la sensación que experimentan y no por la realidad que viven allí arriba. De hecho, si lo pensamo,s tiene poco sentido creer que no hay gravedad en la ISS cuando la Luna, que se encuentra más de 1500 veces más lejos de la tierra, siente una gran atracción como demuestra la órbita que sigue.
¿Entonces por qué los astronautas “flotan”? La sensación de flotar se debe realmente a algo que os explicaremos en profundidad dentro de poco: el Principio de Relatividad Galileano. Según este principio el movimiento de un objeto depende del punto que tomemos como referencia. Para nuestros astronautas (o la cámara que les graba) este punto es la ISS que se desplaza a la misma velocidad y en la misma dirección que ellos; ambos en un movimiento de caida libre hacia la tierra.
Tal y como describió Newton en su tratado sobre gravitación, tanto la estación espacial como los astronautas se encuentran en caída libre hacia la tierra, como tú y como yo cuando caemos. La diferencia es que la nave (y los astronautas) tienen una velocidad lateral enorme y no llegan a chocar con la tierra. En cierto modo es fácil pensar en ello como un caída constante en la que no dejan de fallar en su objetivo: la Tierra. Es algo similar a lo que le pasa a la luna, pero mucho más cerca.
La sensación de que el astronauta flote se debe a que visto desde la estación espacial el astronauta no se mueve. Igual que cuando estamos en un tren vemos el asiento quieto cuando en realidad tanto él como nosotros nos movemos rápidamente. Este efecto tan sorprendente es posible únicamente gracias a que la velocidad y la aceleración del astronauta y ISS son idénticas. Pero además se ve acrecentado porque no hay ventanas con objetos que puedan servir de referencia, como nos pasa cuando viajamos en coche o en tren.
Un efecto curioso que la gente no suele entender bien de primeras. Esperamos haberos ayudado a entenderlo mejor y como os decimos siempre, para cualquier duda, ¡Dejadnos comentarios!