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¿Siesta o café? Mejor una "siesta de café"

9 septiembre, 2014 11:19

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No es la primera vez (ni será la última) que os hablemos sobre las siestas. Ya sabemos cómo hay que dormir una buena siesta, y por qué nuestro cuerpo nos las pide. Sin embargo, cuando necesitamos estar alerta y disponemos de la suerte de poder elegir “siesta” o “café“, ¿cuál es mejor? La realidad es que ninguna de ambas o, más bien, ambas juntas. Es lo que se denomina “siesta de café“, y por muy loco que parezca, tiene todo el sentido del mundo. De hecho yo mismo lo he probado alguna vez sin tener en cuenta los datos de los que hablaremos hoy, y no ha ido nada mal.

La siesta de café, mucho mejor que el café o la siesta por separado

Como digo, suena totalmente ilógico, pero lo que sucede es que si tomamos cafeína y justo después dormimos una siesta de 20 minutos o menos, nuestro cerebro consigue maximizar el estado de alerta de la cafeína respecto a tomar la siesta o el café solos.

De hecho existen varios experimentos al respecto. Por una parte, un estudio a cargo de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, demostró que los participantes cansados que tomaron una siesta de café durante 15 minutos cometieron menos errores en un simulador de conducción, en comparación a otros individuos que tomaron solo café (o un placebo descafeinado), o los que tomaron solo una siesta. De hecho esto fue incluso eficaz aunque los participantes tuviesen problemas para dormirse.

Por su lado, un estudio japonés demostró que las personas que tomaron una siesta de café antes de realizar una serie de pruebas memorísticas eran significativamente mejores que aquellos que solo habían tomado una siesta. Además, se calificaron subjetivamente a sí mismos como más descansados.

Incluso hay un estudio que afirma que las siestas de café son beneficiosas para aquellos que llevan largos períodos con escaso e inadecuado sueño. En un estudio se dejó a 24 hombres sin dormir durante 24 horas, tomando solo pequeñas siestas. A 12 de ellos se les dio un placebo, y a los otros 12 se les dio cafeína antes de las siestas. Resultó que los que tomaron el placebo realizaron significativamente peor una serie de pruebas cognitivas, en comparación a sus puntuaciones iniciales. Por su parte, los que sí habían tomado cafeína lograron puntuaciones iguales o superiores a las iniciales.

¿Cómo funciona una siesta de café?

En primer lugar debemos entender como funciona la cafeína en el cerebro. Esta molécula debe ser absorbida por el tubo digestivo, llegar a la sangre y finalmente a nuestro cerebro. Allí su función será bloquear a otra molécula, la adenosina, y actuar sobre los receptores de esta. Es decir, la cafeína compite contra la adenosina.

Pero, ¿qué es la adenosina? Resulta que es un subproducto de la actividad cerebral, generado para decirle a nuestro cerebro que necesita descanso. Si la cafeína interrumpe su función, compitiendo con este, sentiremos menos cansancio. Sin embargo, la cafeína no puede bloquear toda la adenosina cerebral, y hay puntos donde esta sí consigue unirse a sus receptores. Ahí entraría en juego la siesta.

Como hemos comentado, la cafeína necesita 15 – 20 minutos para actuar, el tiempo justo en el que podemos realizar una siesta. Y, para rizar el rizo, esta siesta tan corta puede “limpiar” un poco el cerebro de adenosina, ya que no llega a la fase de sueño profundo, pero si es suficiente para poder echarle un cable a la cafeína. La combinación de ambas en el tiempo adecuado puede resultar perfecta.

Tomar una siesta de café es así de fácil

Los pasos para tomar una siesta de café son sencillos, pero el tiempo y el tipo de cafeína consumida son claves para que resulte todo como queremos:

Paso 1: Cafeína. A poder ser, café, ya que el té o los refrescos de cola llevan cafeína pero en bastante menos cantidad, y las bebidas energéticas deberían evitarse por sus múltiples efectos adversos. Además, hay que beberlo rápidamente, pues una vez empecemos tenemos alrededor de 20 minutos para dedicarle a la siesta mientras la cafeína viaja por nuestro tubo digestivo. Yo personalmente recomiendo tomarlo frío, aunque es para gustos (ni se os ocurra tomarlo caliente, pues con la lengua abrasada no habrá quien duerma).

Paso 2: La siesta. Como comentábamos, la siesta debe ser inmediata. No hay que preocuparse si no nos dormimos por completo, pues con estar medio adormilados ya nos será más útil que tomar el café solo.

Paso 3: Despertar. Es importante que nos despertemos a los 20 minutos como máximo, pues si no lo hacemos así corremos el peligro de llegar al estado de sueño REM o sueño profundo, cosa que no será beneficiosa para la cafeína que estará llegando a nuestro cerebro.

Vía | Vox.