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¿Conocéis los "Primeros Auxilios Psicológicos" o PAPs?

18 noviembre, 2014 16:46

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Cuando nos hablan de primeros auxilios enseguida pensamos en alguien accidentado y en colocarlo en posición de seguridad para que pueda respirar entre otras tantas técnicas para actuar de forma urgente mientras esperamos a los servicios de emergencias, ¿pero que ocurre cuando no hay daño físico pero sí tenemos que actuar para que no se produzcan daños tales como la aparición de los síndromes de estrés agudo y postraumático? Tenemos que utilizar los PAP o primeros auxilios psicológicos, un término reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual ha editado varias guías al respecto. Es aplicable a personas de todas las edades, pero aquí vamos a centrarnos en los más pequeños de la casa, los niños.

¿En qué consisten los PAPs?

Son una serie de acciones muy sencillas que serán aplicadas por   las personas idóneas para aplicar los PAP ante un incidente crítico, estos son sus adultos de referencia (padre, madre, tutor, profesor).

Los estudios han demostrado que la posibilidad de que un niño sufra secuelas tras un incidente crítico depende básicamente de tres factores:

  • El nivel de estrés que se produce inmediatamente después del incidente: a mayor nivel de activación aumentan las posibilidades de que el niño sufra secuelas.
  • La información de la que dispone el niño sobre lo ocurrido: la información adecuada a la edad del niño disminuye el riesgo. No hay que mentir ni ocultar la realidad.
  • La rapidez en la normalización y la recuperación de la sensación de control por parte del niño: a mayor rapidez, menor riesgo de afectación tras el incidente. Cuanto antes vuelva a la rutina mejor será para una optima recuperación.

Las 5 acciones que hay que seguir por orden:

Contener: Todo dependerá de la edad del niño, pero en este primer punto lo más importante es conseguir que las emociones del niño no se desborden.

Calmar: Hablar con voz baja y pausada, no contagiar nerviosismo al niño, ofrecer motivos y razones para que se ponga más tranquilo-

Informar: Hablar con un lenguaje adecuado para la edad, que el niño pueda entendernos, explicar lo sucedido de una forma simple y honesta.

Normalizar: En este punto hay que ayudar al niño a expresar lo que siente, explicarle que es normal que esté enfadado, pero que poco a poco tiene que dejar de estarlo, proporcionarles herramientas para que puedan gestionar las emociones.

Consolar: Animar al niño a que mantenga su rutina, a que juegue, dibuje, siga viendo a sus amigos, dentro del punto de consuelo lo más importante es que el niño retome poco a poco su rutina.

¿Cuanto tiempo hay que aplicarlo?

Si el incidente crítico es puntual, la pauta requiere aplicar los PAP durante al menos las 72 horas posteriores y, como máximo, durante una semana, periodo tras el cual la situación de estrés se habrá reconducido. Un ejemplo sería un accidente de trafico.

Si el incidente crítico es de largo recorrido, se aplicarán durante todo el periodo de su duración y hasta al menos un mes tras finalizar el incidente. Un ejemplo sería un familiar en la UCI.

Las conductas en los niños  tales como: hablar demasiado o no hablar en absoluto, sentir miedo irracional, perder autonomía, presentar alteraciones de sueño, entre otras  son respuestas esperables en los niños tras vivir un incidente crítico y, como tales, absolutamente adaptativas. Suelen disminuir poco a poco cuando acaba la fase más aguda del incidente crítico y desaparecer al cabo de unas cuatro semanas. Si se prolongaran mucho más, lo adecuado es consultar a un psicólogo infantil.