El miedo escénico: ¿Qué es y cómo puedes superarlo?
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El miedo escénico es algo de lo que no hemos hablado mucho en Medciencia, pero dado el interés que ha despertado tras la retirada de los escenarios de Pastora soler debido al mismo y el impacto mediático que está teniendo este trastorno, hemos decidido explicaros un poco mejor en que consiste y, para aquellos que lo sufren, un par de consejos para superarlo.
¿Qué es?
El miedo escénico es un tipo de trastorno por ansiedad social (una especie de fobia social muy específica). En estos trastornos predomina el miedo a la evaluación por parte de los demás. Cuando la persona siente el miedo, este es incapacitante en la medida en que la persona evita las situaciones o que afecta a su rendimiento, reduce la efectividad de la comunicación y la persona acaba por expresarse peor.
El miedo escénico se compone de un grupo de síntomas:
- Los síntomas fisiológicos (los más importantes): Taquicardia, sequedad de boca, temblores, mareos, tensión muscular, dolor de cabeza, malestar estomacal, rubor facial, urgencia urinaria, escalofríos, etc… Algunas personas pueden llegar a sufrir ataques de ansiedad.
- Síntomas cognitivos: Pensamientos catastróficos y negativos, pensamientos anticipatorios de lo que va a ocurrir (expectativas de fracaso), bloqueo mental o mente en blanco, hipervigilancia e hiperatención hacía uno mismo, exageración de los fallos propios, dificultad de concentración, confusión, fallos en la memoria, miedo.
- Los síntomas conductuales: Salir corriendo, paralizarse, evitar situaciones, tartamudeo, hablar muy bajo, hablar más rápido de lo normal, balbucear, comportarse en “modo automático”, silencios largos o pausas más frecuentes, uso de drogas para afrontar la situación.
Cómo explicaremos más adelante aunque los tres están muy relacionados la cadena de funcionamiento (una vez el problema está instaurado) es en este orden: pensamiento (síntomas cognitivos) –> Síntomas fisiológicos (malestar) –> síntomas conductuales (cómo actúa y reacciona la persona a lo que siente).
El factor de mantenimiento de este problema son las ideas preconcebidas, irracionales o catastróficas y la evitación, es por ello que son dos de los principales puntos a los que se dedican los tratamientos.
Este problema puede afectar a cualquier persona y aparecer en cualquier momento de la vida de uno pero es más frecuente en personas cuya profesión les exige (una presión más) dar charlas en público, estar delante de una audiencia o ser evaluados por multitudes, por ejemplo: cantantes, músicos, actores (más frecuente en situaciones en directo, como el teatro), personas que deben dar discursos, etc… De hecho muchas de las personas más famosas han pasado por este calvario: Axl Rose (estuvo a punto de cancelar conciertos), Scarlett Johansson (lo sufre desde la adolescencia), Adele (estuvo en tratamiento con hipnosis para superarlo), Pastora Soler (recientemente ha reabierto el interés por el tema con su retirada de los escenarios), Barbra Streisand (tardó 27 años en reaparecer en un escenario tras un incidente en el que se olvidó de la letra de su canción), Hugh Grant y muchos más.
¿Por qué lo padezco?
Si bien los factores de personalidad como el perfeccionismo, la intraversión, la timidez, etc… pueden afectar a que unas personas sean más o menos propensas a padecerlo, no solo es la persona la que condiciona su ocurrencia sino que el entorno juega un papel importante también. De hecho el miedo escénico es un miedo aprendido, y como tal puede desaprenderse. Puede ocurrir muchas veces que la primera vez que se da un suceso que produce esas sensaciones es algo involuntario que luego se condiciona. Para entenderlo mejor veamos un ejemplo:
Una pianista que lleva muchos años tocando está preparando una audición importante, esa situación le da nervios pero ella está acostumbrada. Cuando está en mitad de su actuación de repente siente unas ganas incontrolables d vomitar y vomita en el escenario, se siente tan avergonzada que huye sin mediar palabra alguna y se marcha de la audición. La chica se siente tan aterrorizada por lo ocurrido y con un nivel tan alto de ansiedad que se ve incapaz de retomar el ejercicio. Pero no solo eso, sino que asocia los nervios que tenía previos a actuar con el malestar y el vómito, y al final asocia actuar con vomitar. El propio miedo que siente a que le vuelva a ocurrir es el que hará que tenga nauseas al subirse al escenario, al sentir nauseas (sin esperar a que fueran a más) ella abandona cada vez el escenario. Al final desarrolla miedo escénico y abandona su carrera.
Lo que ocurrió en el caso de la chica podría haber sido un alimento en mal estado detonado por los nervios que no tenía porqué repetirse, pero al evitar la situación jamás logró reponerse del suceso. Muchas veces el primer episodio no es por miedo al público sino por algo que nos ocurre sin esperarlo: un desmayo, vómitos, que se nos rasgue la ropa, caernos delante de todo el mundo, que alguien se burle de nosotros, que nuestra actuación sea abucheada o simplemente por el miedo a que eso ocurra (lo imaginamos en nuestra mente). Ese primer suceso/s (o pensamientos) harán que la persona asocie cada vez de manera más fuerte el escenario y actuar con cosas negativas y síntomas físicos de ansiedad.
No siempre hay un suceso detonante, hay personas que recuerdan tener miedo escénico desde siempre y en las que predominan desde el inicio síntomas cognitivo de miedo a fracasar, al que pensarán los demás, a equivocarse, a hacer el ridículo, aunque no les haya ocurrido nunca.
Hay factores que acentúan el problema: La novedad (nos enfrentamos a una situación que no conocemos), la sorpresa (nos enfrentamos a algo que no esperábamos), la intensidad (importancia) del reto, el desconocimiento del tema, la inexperiencia (falta de práctica). Como veis muchos de estos problemas son modificables o se pueden prevenir mediante la práctica, aprenderse bien los temas y prepararnos para lo inesperado.
¿Cómo superarlo?
El tratamiento más efectivo es el cognitivo-conductual, que puede incluir técnicas como las siguientes:
- Técnicas de respiración: La respuesta de ansiedad como ya hemos visto en muchos otros artículos se asocia con los síntomas de ansiedad, si cortamos la respiración “ansiosa” podemos frenar la escalada de síntomas que ella produce. Por ejemplo se utiliza la respiración abdominal.
- Técnicas de relajación: De nuevo trabajan para disminuir la ansiedad general y ante la actuación, además en cierta manera controlan también la escalada cognitiva de pensamientos negativos. Las técnicas más utilizadas son la relajación muscular progresiva o la autógena. Buscan disminuir los síntomas físicos de ansiedad.
- Técnicas cognitivas: Se centran en controlar los pensamientos irracionales, sustituirlos. Son de las técnicas más efectivas en estos problemas. Se trabajan las creencias irracionales y se entrena la distracción, la parada de pensamiento, las autoinstrucciones positivas y muchas otras técnicas.
- Exposición gradual a las situaciones temidas o desensibilización sistemática: Es un paso necesario aunque suele llevarse a cabo después de la aplicación del resto de técnicas.
- Técnicas de visualización: Imaginar la actuación trabajando creencias, expectativas, afrontamiento de situaciones inesperadas, etc…
- Adicionalmente trabaja también (cuando es necesario) la autoestima, las habilidades de comunicación y expresión o la timidez.
Otros tratamientos como la hipnosis o la medicación pueden utilizarse también, aunque son casos puntuales en los que la medicación es adecuada, sí sirve para ciertas personas. La medicación puede ayudar a disminuir el nivel de activación. Seguramente todos penséis en las benzodiacepinas por su efecto ansiolítico pero lo cierto es que estas impedirían una correcta exposición en el tratamiento, más bien siendo una técnica de evitación en cierta manera. Además el aprendizaje es menos efectivo bajo sus efectos. Es por esto que si la persona tiene un nivel generalizado elevado de ansiedad se le pueden administrar antidepresivos, pero el fármaco más utilizado es el propanolol (betabloqueante) o similares, que de hecho es un medicamento para el corazón que lo que hace es disminuir los síntomas de taquicardia, sudoración, etc…Facilitando a la prsona el exponerse a la situación.
El mejor consejo: No evites los escenarios si puedes, aunque sea con mucha ansiedad, exponte a ello, seguramente a medida que avanzas en la actuación la ansiedad disminuye. Otro punto muy importante es ignorar tus pensamientos negativos, sustitúyelos por mensajes de valía, motivación y coraje. Practica de forma habitual los ejercicios de relajación.
Fuente: Vanitatis, Wikipedia, 20 minutos, Miedo escénico,