¿Sufrir infecciones disminuye el riesgo de artritis reumatoide?
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El asunto del aumento o disminución del riesgo de sufrir una determinada situación o enfermedad es un poco peliagudo. De hecho, objetivamente, es pura estadística. Si tras realizar los análisis estadísticos los números nos indican unos valores u otros podemos decir que tal o cual situación se debe al azar, que protege, o que aumenta el riesgo. Por ello, en determinados momentos aparecen caros como el que comentaremos hoy, la curiosa (y extraña) relación entre el hecho de sufrir infecciones que, a su vez, parecen disminuir el riesgo de artritis reumatoide (y no aumentarlo, como se pensaba anteriormente).
Las infecciones gastrointestinales, urinarias y genitales disminuyen el riesgo de artritis reumatoide
Concretamente, los tipos de infecciones que parecen “proteger” y disminuir el riesgo de artritis reumatoides serían las gastrointestinales, las urinarias e incluso las genitales, según un reciente estudio publicado en Annals of the Rheumatic Diseases. Esto es paradójico, pues en anteriores estudios se había sugerido cierta conexión entre algún tipo de infección y el riesgo de este tipo de artritis, aunque por el momento se trate como una enfermedad autoinmune y de causa desconocida.
Así pues, tras usar una base de datos de Suecia donde se implicó a 2.831 individuos que sufrían artritis reumatoide y 3.570 voluntarios sanos, divididos por edad y sexo, además de otras características; se estudió su relación con diferentes enfermedades de tipo gastrointestinal, urológico y respiratorio.
Según los resultados, aquellos que sufrieron gastroenteritis eran un 29% menos propensos a sufrir artritis reumatoide, los que sufrieron infecciones urinarias eran un 22% menos propensos a sufrir la enfermedad, y finalmente los que sufrieron infecciones genitales eran un 20% menos propensos a sufrir este tipo de artritis. Por su parte, no hubo relación (ni buena, ni mala) entre la artritis reumatoide y las infecciones respiratorias como sinusitis, amigdalitis o neumonia.
De todas formas, los investigadores reconocen que sus datos dependen de los informes, y no son tan confiables como haber realizado un estudio de seguimiento. Por ello, hacen hincapié en el hecho de que no parece que haya relación alguna entre las infecciones y la artritis reumatoide, pero sí es necesario seguir estudiando para encontrar mejores tratamientos al respecto.
Las infecciones SÍ aumentan el riesgo de otros tipos de artritis
Para acabar, y como mera curiosidad, cabe recordar que existen muchas enfermedades de tipo reumatológico que asocian artritis, a parte de la artritis reumatoide, y sí tienen su origen en algunas infecciones.
Por ejemplo, la artritis reactiva suele tener como origen una infección gastrointestinal o urinaria previa, y al cabo de un par de semanas se produce el episodio de artritis de diferentes articulaciones, pero se diferencia de la artritis reumatoide por afectar a otras zonas del sistema musculoesqueletico, a parte de causar inflamación también de algunos tendones (entesitis).
Por su parte, tenemos la artritis gonocócica, un tipo de artritis infecciosa que probablemente os recuerde a la gonorrea, y es lógico, pues el bichito causante de esta artritis es la Neisseria gonorrhoeae, el mismo que causa la enfermedad de transmisión sexual. De la misma forma de la artritis reactiva, al cabo de un par de semanas, se produce un episodio de artritis (muy característico en una de las rodillas), junto a un exantema de la piel (una coloración en manchas a modo de reacción alérgica).
Vía | New York Times.
Fuente | Annals of the Rheumatic Diseases.