Tarde o temprano llegará el momento en el que le tengamos que decir adiós a nuestro fiel y querido disco duro, ya sea porque lo hemos sustituido por otro más grande y rápido o porque está dando demasiados fallos.

Deshacerse de un disco duro no es tan sencillo como tirarlo a la basura. Aunque no podamos acceder a la información que guarda, eso no significa que esta se haya perdido; los discos duros almacenan los bits sin necesidad de energía eléctrica, por lo que alguien podría recoger la unidad que hemos tirado, arreglar el desperfecto que tuviese en la mecánica o aislar los sectores defectuosos, y leer todos nuestros datos.

Si queremos evitar esto a toda costa no tenemos más remedio que tener mucho cuidado a la hora de cambiar de unidad. Para asegurarnos de que hemos borrado todos los datos de nuestro disco duro tenemos que dar dos pasos. Primero, tenemos que formatearlo, pero no con un formateo rápido, sino con uno que escriba encima de los bits, a ser posible varias veces.

Te contamos cómo destruir un disco duro

Discos duros

En Mac tenemos la posibilidad de reiniciar con cmd + R, y en el menú de utilidades entrar en las utilidades de disco; seleccionamos el disco y la pestaña borrar, para a continuación elegir la opción de destruir todos los datos. En Windows podemos usar alguna herramienta como DBAN y configurarlo para que haga al menos siete pasadas para borrar el disco; esa es la cantidad de veces que también elijen los militares para borrar sus discos.

A continuación tenemos que evitar que el disco pueda ser leído de nuevo, y es entonces cuando nos tendremos que ensuciar las manos: toca destruir el disco duro de manera física. Al contrario de lo que hayas leído o escuchado, un imán común no es lo suficientemente potente como para destruir los datos de un disco duro. En vez de eso lo más seguro es abrir la unidad, sacar los discos o platos, y destruirlos físicamente. Ya sea lijando su superficie, rayándolos, golpeándolos con un martillo, o metiéndoles clavos.

Guardian editors destroying Snowden hard drives

Como demostración de que ese método funciona, es lo que tuvo que hacer el periódico The Guardian cuando la policía británica se personó para asegurarse de que borraban toda la información que tenían sobre la NSA y el GCHQ después de que Edward Snowden les pasase documentos secretos de las organizaciones de espionaje.