Los garabatos de niños que salvaron El Origen de las Especies de Darwin

Hoy se cumple el 206º aniversario del nacimiento de Charles Darwin, el hombre que consiguió que nos reconsiderásemos el origen del ser humano y del resto de seres vivos. Pero además, era padre de diez hijos que salvaron parte de su mayor obra.

El origen de las especies puede que sea el libro científico más importante de la Historia; recoge el trabajo que hizo Darwin analizando especies animales y vegetales y la conclusión a la que llegó: las especies no permanecen las mismas siempre, sino que evolucionan con el paso de las generaciones adaptándose al medio ambiente.

Llamó a este proceso “selección natural”, y estuvo en boca de todo el mundo de la época, que entonces creían que las especies eran inmutables y especialmente el ser humano había sido creado con los mismos rasgos que los que tenía entonces.

El Origen de las Especies de Darwin con ilustraciones de lujo

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Pero para ser un libro tan revolucionario, el manuscrito original de El origen de las especies no fue bien tratado. Su enemigo no fueron los que estaba en contra de la teoría de la evolución, sino el propio Darwin, que tiró y rompió buena parte de los apuntes originales sin muchos miramientos ya que no le veía el sentido guardarlos ahora que estaban impresos en libros.

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Las únicas páginas que se salvaron de las 600 originales fueron las 45 que contenían dibujos realizados por sus hijos, que ahora podemos ver gracias al Museo de Historia Natural de Nueva York, junto a 26.000 manuscritos digitalizados más del científico.

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Gracias a esta explosión de creatividad hoy podemos ver la letra escrita original de Darwin de El origen de las especies, toda una pieza histórica. ¿Qué hubieran pensado esos niños si les hubieran dicho que sus obras se expondrían en museos?