Los 8 mitos alimenticios que probablemente creías
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Son muchos los mitos que giran en torno a nuestra alimentación. Algunos son de lo más absurdos, y llevados a la práctica no suponen apenas un riesgo, sin embargo, existen otros, que incorporados en nuestro día a día podrían ocasionar severos daños en nuestro organismo. Para evitar esta situación, en Medciencia os acercamos 8 mitos alimenticios de lo más peculiares.
1. La carne clara es más sana que la oscura
En animales como el pollo o el pavo, tendemos a elegir la carne de la pechuga (que es de un color más claro) frente a la de los muslos o alas (que posee algunas zonas un poco más marrón o oscura). Al poseer un color más claro, nos ofrece un aspecto más saludable, haciendo aparecer el mito de que esta era más sana que la de las otras zonas.
A pesar de que esto tenga su parte de cierto, la diferencia calórica ronda las 30 calorías, y se debe a la presencia de mioglobina, lo que prolonga la actividad muscular. Pero si nos dejamos influir por este mito, sacrificaríamos otro grupo de nutrientes que se encuentran en mayor medida en la carne oscura, y son el hierro, zinc y algunas vitaminas.
2. Lavar la carne cruda elimina las bacterias
Lavar la carne antes de cocinarla es un hecho totalmente innecesario, pues durante la cocción la temperatura es la encargada de hacer imposible la vida de muchas bacterias. Si por el contrario lavásemos la carne antes de cocinarla, estaríamos extendiendo las bacterias ya presentes en la carne por la cocina, pudiendo contaminar otros alimentos.
3. Comer mucho por la noche nos hace ganar más peso
Aunque comer mucho y ganar más peso van de la mano, el hecho de hacerlo por la noche no cambia la cosa. Nutricionistas contemporáneos afirman que las calorías no entienden de horario, y que la confusión puede llegar del hecho de tomar snacks o picotear por la noche, lo que se traduce a calorías innecesarias.
4. Tomar alimentos sin gluten ayuda a perder peso
A menos que seas celiaco o poseas algún tipo de intolerancia o sensibilidad al gluten, no existe motivo alguno para apartar el gluten de nuestra dieta. En los celiacos, el gluten puede dañar las paredes del intestino, sin embargo, en el caso de los no celiacos que tampoco lo toman, se ha detectado bajo contenido de fibra en la dieta y deficiencias vitamínicas.
5. Los conservantes son malos para la salud
Los conservantes son, en muchos casos, una herramienta vital para permitir la duración de un alimento y evitar su contaminación bacteriana. Desde que la mayor parte de los productos los compramos en el supermercado (dónde tienen que permanecer hasta ser comprados de la mejor forma posible), la presencia de estos compuestos nos permite adquirirlos a un precio asequible y en un estado óptimo.
Existen algunas personas que son alérgicos a algunos de estos conservantes, como el ácido benzoico. Aunque se utilicen para mantener los alimentos, una cosa es bastante cierta, y es que su uso en exceso podría ocasionarnos algún problema a nuestra salud.
Por fortuna, existen comisiones que regulan el uso de conservantes y aseguran que podemos consumirlos de una forma segura y despreocupada.
6. Los huevos marrones son más sanos
Recomendados en muchas ocasiones como ‘huevos más orgánicos o sanos’, no son más que marketing. El color de la cáscara del huevo depende del tipo de ave que lo puso, por lo tanto, que sean más sanos o menos depende de las condiciones en las que se cuide dicho ave.
7. ‘Multigrano’ y ‘grano entero’ significan lo mismo
Es muy importante que tengáis este concepto claro, pues la forma de vender algunos productos está llevándonos a interpretar términos que se parecen o que se incluyen en alimentos parecidos como si del mismo término fuese. La comida elaborada con multigrano (como su nombre indica) poseen varios tipos de granos, mientras que la de grano entero está formada por los granos enteros (siento la obviedad).
Esto se traducirá a un sabor y textura más rico en el multigrano, y un mayor contenido en fibras y nutrientes en el grano entero.
8. El microondas reduce la calidad nutricional de los alimentos
El microondas es uno de los métodos de cocina más usados. Es cómodo, no mancha (ojo cuidado con lo que metes) y podemos regular y cuantificar el tiempo que se expondrá al mismo. Como generalmente, calienta nuestra comida durante un breve periodo de tiempo, ayuda a retener los nutriente, como vitaminas y minerales.
Piensa con la cabeza antes de seguir una recomendación, consulta un nutricionista y sigue una dieta equilibrada con ejercicio moderado, y no te olvides de comer en compañía.
Fuente | Mentalfloss