Vídeo 3D del futuro choque de dos agujeros negros supermasivos
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En un universo tan vasto y longevo como el nuestro las cosas pasan muy despacio comparadas con nuestra escala de medida. Una estrella vive 10.000 millones de años o más, un planeta tarda miles de millones de años en formarse y la distancias entre objetos son tan grandes que rara vez se observa un choque o encuentro. Desde nuestra perspectiva, el Universo es poco más que una fotografía en la que no pasa nada nuevo. O casi nada, porque un estudio realizado hace unos meses ha detectado lo que podría ser un sistema de agujeros negros supermasivos (SMBH en inglés) a punto de chocar.
Los agujeros negros supermasivos
Los agujeros negros supermasivos son los objetos más impresionantes del Universo. Con miles de millones de veces la masa del Sol y un radio en torno a un año luz como valores mínimos, nadie puede negar su espectacularidad. Estos cuerpos son tan mostruosamente grandes que deforman el espacio y el tiempo haciendo que nuestras ideas sobre ellos carezca de sentido en sus proximidades. Nada puede compararse a un agujero negro supermasivo, salvo otro agujero negro supermasivo.
Es por esto que, a pesar de que estén contínuamente absorbiendo estrellas, materia y energía sin parar, no notemos nada extraño ni sea un evento digno de ser noticia. Además los agujeros negros supermasivos suelen encontrarse en el centro de las galaxias, lo que hace aún más difícil que dos de estos gigantes puedan cruzarse. Pero si se cruzaran… entonces viviríamos un espectáculo sin precedentes. Una descarga de energía solo comparable a una explosión de una supernova, ambas totalmente fuera de nuestra comprensión.
El posible choque de agujeros negros supermasivos
Y eso es lo que parece que ocurrirá de aquí a 7 años en una galaxia que ha estudiado el el grupo del astrónomo Tingting Liu de la Universidad de Maryland a través del telescopio de Hawaii, el Pan-STARRS (Panoramic Survey Telescope & Rapid Response System). La noticia no es definitiva aún, ya que lo único que se ha conseguido ver son fluctuaciaciones en el brillo de un quásar en el centro de dicha galaxia. Los quásares son objetos brillantes que surgen debido a la materia caliente girando a alta velocidad alrededor de un agujero negro supermasivo.
Normalmente los quásares presenta un brillo tan constante y característico que sirven como “faros estándar” para medir distancias en el Universo. Pero este quásar es diferente, presenta fluctuaciones extrañas. En este caso una de las posibles explicaciones de las fluctuaciones en el brillo es que en su interior se encuentren 2 agujeros negros supermasivos orbitando uno alrededor de otro. De ser así, los cálculos predicen que ambos continuarán girando en una espiral cada vez más cerca uno de otro en lo que algunos astrónomos llaman “danza de la muerte”.
Cuando los dos agujeros negros supermasivos se junten, se producirá una gran explosión que liberarán una enorme cantidad de energía en forma de radiación electromagnética (luz de todas las longitudes de ondas) pero también en forma de ondas gravitacionales, que son perturbaciones del espacio-tiempo que viajan a la velocidad de la luz. Estas ondas gravitacionales aún no han sido detectadas, pero esta podrían ser la mejor ocasión en miles de años.
La simulación 3D más realista del choquen de titanes
Aprovechando este descubrimiento os traemos también una simulación de cómo sería este colapso de dos agujeros negros supermasivos. Esta simulación es la primera que utiliza las ecuaciones originales de Einstein y no unas aproximaciones lo que ha supuesto un reto sobre todo técnico para el grupo del doctor S. Shapiro. Esta bonita simulación no solo representa los dos agujeros negros sino también el disco de acreeción que se forma a su alrededor debido a las extrema fuerza de la gravedad en sus proximidades.
Ahora quedan que se realicen más pruebas sobre este sistema para confirmar que realmente se trata de dos agujeros negros supermasivos y que las fluctuaciones no se deben a otros fenómenos como perturbaciones en el disco brillante del quásar u otros efectos más exóticos. En cualquier caso, deleitémonos viendo una de las simulaciones más precisas y complejas de la historia.
Fuente | Nature