Comunicación mediante neutrinos, ¿la realidad del mañana?
Ya sabemos (y en muchas ocasiones lo hemos comprobado) que a todos, lectores y redactores, nos encanta fantasear con escenarios imposibles, futuros improbables y teorías inverosímiles. Así que disfrutaremos del placer de participar en algo de esto, y exploraremos las posibilidades de la comunicación mediante neutrinos, una forma más interesante de lo que parece y que puede no ser tan imposible como podríamos pensar.
Lo primero que necesitamos saber antes de nada es qué son los neutrinos. Estas partículas subatómicas son las partículas con menos masa y las más esquivas que existen. Existen tres tipos de neutrinos, cada uno de los cuales está asociado a una familia de leptones (un tipo de partículas), a saber: familia electrónica, tauónica o muónica. La principal característica de todos los neutrinos es que no interaccionan casi con la materia.
Las ventajas de la comunicación mediante neutrinos
Si a esto le unimos que se mueven casi a la velocidad de la luz debido a su masa (E = mc2) hacen de la comunicación mediante neutrinos la forma de comunicación ideal. En comparación con los fotones, que son el medio que utilizamos actualmente, los neutrinos pueden transmitir la información a una velocidad similar con la ventaja de ser capaces de atravesar la cualquier cosa sin inmutarse; es decir, tendríamos cobertura en todas partes, incluso en la cueva más profunda del mundo.
Por seguir con las ventajas, comentar que los neutrinos atraviesan la materia sin interaccionar con ella, lo que borra de un plumazo cualquier duda que pueda existir sobre los problemas de salud que acarrean estas comunicaciones mediante neutrinos. De hecho el Sol es una fuente de neutrinos tan grande que constantemente nos están llegando y atravesando millones de ellos. Lo cual nos lleva directamente al principal de los problemas de este tipo de comunicación: el ruido.
Los problemas de la comunicación mediante neutrinos
Con miles de millones de neutrinos atravesando la Tierra por segundo cualquier detector que podamos construir detectará una señal extremadamente fuerte con origen en el Sol. Actualmente esto no es un problema porque los detectores no son capaces de ver ni siquiera una millonésima parte de los neutrinos que los atraviesan. Pero si imaginamos un futuro en el que existe la comunicación mediante neutrinos, habrá que tener en cuenta estos problemas.
La forma más sencilla de atacar este tipo de problemas pasaría por dotar a los neutrinos portadores del mensaje de algún tipo de característica especial, como polarización o energía de forma que fueran claramente distinguibles de los del Sol y el resto del Universo. No para nada sencillo, pero si preguntamos hace 100 años no creo que alguien pudiera imaginarse Internet o los teléfonos móviles que hoy son el pan nuestro de cada día.
Para conseguir esta tecnología a nivel comercial (porque en el laboratorio ya se ha conseguido), el primer paso sería encontrar la forma de detectar partículas que casi no interaccionan y luego, disntinguir entre los miles de millones que detectemos, cuáles son las que llevan nuestro mensaje. A cambio de este arduo trabajo de selección, tendríamos comunicación mediante neutrinos; un medio de comunicación que nunca perdería cobertura y que funcionaría en cualquier parte del espacio, incluso donde la luz no puede llegar.