Fibromialgia: Todo lo que sabemos hasta ahora

Hemos hablado largo y tendido sobre la fibromialgia.

Y no es para menos, aún hoy en día existe una gran cantidad de profesionales de la salud que dudan de su existencia como enfermedad, otros la tachan de un mal psicológico, y algunos pocos empiezan a darse cuenta de que debe haber algo físico en el organismo que provoque esta enfermedad, pero que aún no hemos descubierto. Actualmente incluso hay hospitales que no tienen claro a que especialista derivar a un paciente con fibromialgia por todas estas razones, aunque lo más lógico sería el reumatólogo, pero es una batalla complicada.

Hoy intentaré hacer un exhaustivo resumen de todo lo que hemos ido aprendiendo sobre la fibromialgia a lo largo de estos años, a base de estudios y descubrimientos, junto a los conocimientos previos de los que disponíamos anteriormente.

¿Qué es y qué síntomas tiene la fibromialgia?

Como ya contamos en su día, la fibromialgia es un trastorno de dolor crónico muscular y articular, con una respuesta anormal al dolor por parte de las áreas cerebrales responsables del mismo (se desconoce si hay alteración en los receptores de dichas áreas cerebrales, o en los neurotransmisores del dolor).

El paciente más común suele ser una mujer de entre 20 y 50 años, la cual describe la enfermedad como dolor en los descritos “puntos de sensibilidad” que se encuentran en la parte posterior del cuello, hombros, tórax, lumbares, caderas, glúteos, espinillas, codos y rodillas. No se afectan realmente las articulaciones, pero el dolor se percibe como si procediera de ellas.

¿Cuál es la causa real de la fibromialgia?

Hoy por hoy, la causa oficial de la fibromialgia es desconocida. Se ha comentado la posibilidad de que sea una consecuencia de traumas físicos o emocionales, alteraciones del sueño previas e incluso infecciones desconocidas por algún virus o bacteria.

Por otra parte, el pasado año 2014 os hicimos llegar un estudio a cargo del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NBIC) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, en el cual se concluía una posible causa de este trastorno de dolor generalizado. Según dicha investigación, la causa real de la fibromialgia sería una alteración de la temperatura corporal, donde los enfermos de fibromialgia no serían capaces de mantener su temperatura de forma constante por un fallo en las comunicaciones entre los vasos sanguíneos, los denominados shunts arterio-venosos (controlados por el hipotálamo cerebral).

Este trabajo continua afirmando que a causa de este mal funcionamiento de las válvulas entre vasos sanguíneos se va acumulando ácido láctico muscular en los tejidos profundos, afectando en consecuencia al sistema musculoesquelético y causando dolor y fatiga, los dos síntomas estrella de la fibromialgia.

¿Qué otras enfermedades se han relacionado con la fibromialgia?

El dolor típico de la fibromialgia se acompaña de fatiga crónica, ánimo deprimido, problemas del sueño, problemas de memoria y concentración, entumecimiento y hormigueo en manos y pies, palpitaciones, disminución de la capacidad para hacer ejercicio y jaquecas o migrañas tensionales.

Además, destaca la relación que tiene la fibromialgia con los trastornos intestinales, como concretan varios estudios. La fibromialgia parece haberse relacionado con infecciones intestinales, sobrecrecimiento bacteriano intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal… y algunos trastornos más. De hecho, una investigación de 1998 afirmó que el 50% de los pacientes con fibromialgia sufrían dispepsia funcional (indigestión de causa desconocida), y otro estudio de 2004 afirmó que el 73% de los pacientes con fibromialgia se acompañaba de síntomas gastrointestinales, el 37% sufría osteoartritis y el 30-70% sufría síndrome del intestino irritable.

¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?

Actualmente el diagnóstico consiste en detectar dolor generalizado durante tres meses como mínimo, además del dolor e hipersensibilidad en 11 de los 18 puntos sensibles conocidos en el trastorno.

Por otra parte, el pasado año 2013 una investigación a cargo de la empresa EpicGenetics presentada en la reunión anual del American College of Rheumatology, en San Diego, afirmó haber creado una prueba llamada FM/a test que consistiría en un análisis de proteínas en sangre para diagnosticar la fibromialgia. Concretamente, se buscaría medir un tipo de proteínas cuya función es disminuir el dolor corporal, las cuales parecen encontrarse en menor cantidad en los pacientes con fibromialgia respecto a otros individuos.

La prueba es capaz de identificar correctamente al 93% de los pacientes, y de descartar correctamente al 89% de los individuos sanos. Es decir, tiene una elevada sensibilidad y especificidad, pero también tiene otra cosa demasiado elevada: Su precio. La prueba del FM/a test cuesta 774 dólares (al menos en el momento de su presentación).

Por el momento los resultados que exhibió esta prueba eran preliminares, y no se usa todavía en la población general, pero al menos sabemos que se va avanzando en su investigación.

¿Qué tratamientos existen para la fibromialgia?

No existe un tratamiento específico hoy en día, pues suele ser puramente sintomático. En otras palabras, si hay dolor se dan analgésicos; si existe un estado de ánimo deprimido se dan antidepresivos… y así con todos los síntomas. Por su parte, existen diversas asociaciones de fibromialgia (al menos en España) donde se ofrecen grupos de apoyo con tratamiento cognitivo y terapias de grupo.

Por otra parte, existen investigaciones recientes que hablan de posibles tratamientos, aún en estudio por supuesto. Por un lado tenemos el aceite de cannabis, un tratamiento desarrollado por la Universidad de Sevilla (España) que consistiría en usar los beneficios del aceite de cáñamo, otorgados por su alto contenido en omega-3 y omega-6, con una total ausencia de cannabinoides y de efectos psicotrópicos.

Finalmente, recientemente ha aparecido otra investigación llevada a cabo también por la Universidad de Sevilla, que se basaría en apuntar hacia el complejo enzimático AMPK, el cual participa en el control del consumo energético de nuestro organismo y que se encontraría en bajas concentraciones en los pacientes con fibromialgia.

Según los investigadores, este complejo enzimático podría reactivarse de dos formas: Usando metformina (un medicamento de uso común en la diabetes) o mediante restricción calórica. Cabe destacar que el complejo AMPK también ha demostrado tener relación con otras patologías como la obesidad, el estrés o la inflamación en general, pero es un gran paso haber encontrado una relación con la fibromialgia, y poder tener así un nuevo camino para el futuro tratamiento de la enfermedad.

Conclusión

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Como podemos ver, la investigación sobre la fibromialgia no está ni mucho menos estancada, y poco a poco se va avanzando en el conocimiento de la enfermedad. De todas formas, como sucede o ha sucedido con muchas otras enfermedades, aún deberán pasar algunos años para que se tengan en cuenta muchos de los resultados de las investigaciones que hemos expuesto hoy, y otras muchas que puede que hayamos olvidado incluir. Por el momento parece que seguirá la polémica sobre si la fibromialgia es una enfermedad física, o si por el contrario es un trastorno psicológico.

Quién sabe, puede que pronto se publique una nueva investigación que demuestre que la enfermedad es totalmente física, como ya sucedió con el Síndrome de Fatiga Crónica y la detección de determinados marcadores inflamatorios que la hicieron declararse enfermedad orgánica (y no psicológica). Por el momento, habrá que esperar.

Libro recomendado | Fibromialgia / Fybromialgia, el dolor incomprendido.