La apnea del sueño se asocia con la depresión en hombres
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La apnea del sueño es aquel trastorno crónico por el cual el que lo padece sufre una o más pausas en la respiración mientras duerme (segundos o minutos) o tiene una respiración superficial. Estas pausas en la respiración interrumpen el sueño profundo y lo vuelven a un estado liviano, motivo por el que la calidad del sueño es muy baja en estas personas y se levantan cansados. Los ronquidos son las manifestaciones sonoras de esa dificultad del aire al pasar por las vías. El tipo más común de apnea es la apnea obstructiva del sueño (AOS) en el que las vías respiratorias se bloquean o estrechan durante el sueño, aunque esto puede ser debido a múltiples factores el más común es el sobrepeso. Este tipo de apnea (AOS) afecta a uno de cada dos hombres y a una de entre cada cinco mujeres, sin embargo el 82% de los casos no están diagnosticados.
La apnea, además de disminuir la calidad del sueño del que la padece y de aquellos con los que comparten cama (los ronquidos son bastante notables) produce consecuencias negativas en la salud del sujeto, entre ellas aumentar el riesgo de presión arterial alta, ataque cardíaco, accidente cerebro-vascular, obesidad, arritmias, y como ya comentamos en otro artículo de Medciencia, también aumenta el riesgo de padecer diabetes (¡en un 30%!)
Además de todos estos riesgos físicos, tenemos hoy noticias de que también puede incidir en problemas mentales. Hoy vamos a comentar un artículo que asocia la apnea de sueño con el riesgo de padecer depresión.
El estudio
El estudio del que os hablamos hoy fue presentado en la American Thoracic Society International Conference este mismo año en Denver. El estudio llevado a cabo por la doctora Carol Lang de la University of Adelaide (Australia) siguió los casos de 1,875 hombres durante 5 años. La edad de los participantes se situaba entre los 35 y los 83 años.
El estudio encontró que tanto la apnea obstructiva del sueño (severa) como la somnolencia diurna excesiva se asociaban con el riesgo a padecer depresión (influyen tanto en su aparición como en su mantenimiento). Esta asociación se daba en ambos factores por separado pero era aún mayor si se daba de forma conjunta. De hecho el riesgo de padecer depresión era cuatro veces mayor en aquellos sujetos con estos trastornos del sueño no diagnosticados en comparación con los varones que no sufrían de apnea. El riesgo para los que sufren apnea pero que está diagnosticada era dos veces mayor que el de los sujetos sin trastorno.
Además algunos pequeños estudios han encontrado mejorías en los casos de depresión de personas con apnea al utilizar el CPAP (continuous positive airway pressure) como tratamiento para la misma.
Tratamiento
Si esta noticia os hace preocuparos por vuestra respiración durante el sueño (y pensando que uno de cada dos hombres padece apnea debería), existen ciertos tratamiento efectivos. Lo primero es saber que uno la padece y esto suele saberse cuando uno duerme con otros o en pareja, porque frecuentemente el que la padece no se da cuenta. Una vez diagnosticada existen dispositivos que pueden ayudar: dispositivos bucales, cambios en el estilo de vida, cirugía o dispositivos respiratorios (como el CPAP).
Fuente: National Heart, Lung, and Blood Institute, Medical News Today, Adelaide.
Imagen: Wikimedia Commons.