Tras escanear 2.000 cerebros con esquizofrenia, estas son sus diferencias

Las diferencias estructurales cerebrales de las enfermedades mentales aún no son tan conocidas y estudiadas como nos gustaría. En un principio pudiera parecer que no es importante saberlo, pues la alteración estructural ya está ahí, y si está alterado no hay forma de devolverlo a su forma sana. Pero nada más lejos de la realidad, pues saber precisamente qué zona (o zonas) son las que se alteran es crucial para su prevención en futuros casos, su detección mediante estudios más específicos (gracias a las actuales resonancias magnéticas funcionales, más precisas que las resonancias magnéticas típicas), y su tratamiento futuro.

Ahora, un gran estudio publicado en Molecular Psychiatry ha llevado a cabo un gran análisis de más de 2.000 cerebros de personas con esquizofrenia, comparándolos con cerebros sanos, para ver cuáles son dichas diferencias y poder actuar sobre ellas en un futuro.

Las diferencias estructurales cerebrales de la esquizofrenia

En el estudio participaron exactamente 2.028 personas que sufrían esquizofrenia, comparando sus estudios con 2.540 individuos sanos. En su día hace ya unos años lanzamos la hipótesis de que la esquizofrenia no era una enfermedad cerebral, pues muchos individuos no parecían tener anomalía cerebral alguna. Pero cabe destacar que los métodos actuales de estudio han avanzado mucho, y este nuevo estudio puede sacarnos de muchas dudas.

Según esta nueva investigación, los individuos con esquizofrenia tienen algunas áreas cerebrales disminuidas de calibre, cosa que concordaría con la idea de que la esquizofrenia se produce por una alteración de las correctas funciones cerebrales:

El hipocampo, responsable de la memoria a largo plazo, se encuentra disminuido en las personas con esquizofrenia.

La amígdala y el tálamo, responsables de la personalidad y las emociones por un lado, y de la conciencia, el sueño y el estado de alerta por otro respectivamente, se encuentran alterados en los individuos con esquizofrenia.

Así lo explica la profesora Jessica Turner, co-autora del estudio:

“Este es el mayor meta-análisis de las estructuras cerebrales de la esquizofrenia hasta la fecha, y además no se ha sacado solo de la literatura. Los investigadores incluyeron datos no publicados para participar en estos análisis. Todo el mundo llevó a cabo los mismos análisis usando los mismos modelos estadísticos, y combinaron los resultados. a continuación identificaron las diferencias estructurales cerebrales de los pacientes con esquizofrenia respecto a los pacientes sanos, y los clasificaron respecto a la cantidad de tamaño afectado”

Como solemos decir, aún harán falta muchos estudios al respecto, sobre todo en el ámbito de prevención, detección y tratamiento anteriormente mencionados. Pero al menos ya es un paso más en la dirección correcta.

Vía | Spring.

Fuente | Molecular Psychiatry.