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El trastorno de estrés postraumático podría transmitirse genéticamente

24 agosto, 2015 16:39

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En muchas ocasiones nos hemos preguntado si las experiencias vividas por los padres pueden transmitirse de alguna forma a los hijos, como por ejemplo el trastorno de estrés postraumático, fruto de experiencias nada agradables vividas a lo largo de la vida. Estudiando situaciones extremas de este estilo, tendríamos los recientes desastres nucleares (Fukushima, Chernobyl…) o crimenes tales como el Holocausto Nazi. Precisamente este último es el que se ha usado para un nuevo estudio llevado a cabo por el Hospital Monte Sinai de Nueva York, bajo la duda de si los traumas (el trastorno de estrés postraumático) podrían transmitirse genéticamente a la descendencia.

El trastorno de estrés postraumático puede hederarse

El estudio, dirigido por Rachel Yehuda y publicado en Biological Psychiatry, ha llegado a la conclusión de que sí, los traumas derivados de situaciones como el Holocausto podrían transmitirse a los hijos. Esta sería la señal más clara hasta el momento de que las experiencias de vida de los progenitores pueden transmitirse a su descendencia, cosa que veíamos increíble hasta el momento.

Para llegar a tal conclusión, los investigadores llevaron a cabo un estudio genético de 32 hombres y mujeres judíos, los cuales habían sido internados en campos de concentración nazi, presenciado torturas, o haber experimentado ellos mismos torturas o el trauma de tener que esconderse durante la Segunda Guerra Mundial. También se analizaron los genes de sus hijos, los cuales se sabía que tenían un mayor riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático, y se compararon los resultados con diferentes familias judían que vivían fuera de Europa durante la guerra, con el objetivo de que los cambios genéticos encontrados tan solo pudiesen atribuirse a la exposición de los padres al Holocausto.

Los resultados del estudio ponen de nuevo en el punto de mira la importancia de la herencia epigenética, es decir, la idea de que las influencias ambientales como consumo de tabaco, tipo de dieta o estrés sufrido pueden afectar a los genes de hijos e incluso nietos.

La idea de la genética está cambiado: La epigenética llega pisando fuerte

Cabe destacar que es una idea controvertida, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en una época donde la convención científica afirma que el contenido de los genes tan solo puede llevar información biológica de generación en generación, por lo que los efectos ambientales no deberían poderse heredar. Sin embargo, diversas investigaciones indican que nuestros genes son modificados continuamente por el ambiente, mediante etiquetas químicas que se van añadiendo a nuestro ADN. Y, junto al estudio de hoy, otras investigaciones ya han sugerido que estas modificaciones químicas podrían también pasar de generación en generación, es decir, que el impacto del ambiente en nuestra salud y forma de vida podría ser heredado por nuestra progenie.

La epigenética no es un concepto nuevo, ni mucho menos. Otros estudios han hablado de ella, como aquel de las niñas holandesas cuyas madres sufrieron hambruna severa también en la Segunda Guerra Mundial, y esto aumentó drásticamente el riesgo de sufrir esquizofrenia en sus descendientes; o el estudio donde se vio que los padres fumadores antes de la pubertad tenían hijos con mayor riesgo a la obesidad, en comparación a los que empezaban a fumar después.

La genética y la epigenética del estrés

En este caso, estudiando el caso del Holocausto, los investigadores se centraron en un gen asociado a la regulación de las hormonas del estrés (el cual se ve afectado por los traumas). Resultó que estas etiquetas epigenéticas se encontraban tanto en los supervivientes del Holocausto como en sus descendientes, pero dichas etiquetas no se encontraban en ningún otro grupo control de judíos ni en sus hijos. Además, se descarto totalmente que dichos cambios epigenéticos se debieran a traumas sufridos por los mismos descendientes.

Según los investigadores, este sería el primer estudio que demuestra que existe una transmisión de los efectos del estrés antes de la concepción, y mediante cambios epigenéticos. Aún no se sabe cómo pueden llegar a heredarse dichas etiquetas epigenéticas, pues teóricamente la información transmitida por el esperma y los óvulos no se ve afectada por el ambiente y la epigenética del ADN transmitido debería ser limpiada tras la fecundación.

Algunos estudios, como otro recientemente publicado por la Universidad de Cambridge, afirman que algunas de estas etiquetas epigenéticas podrían escapar a esta “limpieza”, pero evidentemente aún queda mucho por investigar al respecto.

Vía | The Guardian.

Fuente | Biological Psychiatry