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El factor tiempo en las enfermedades neurológicas

31 agosto, 2015 10:39

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El factor tiempo es primordial para llegar a diagnosticar algunas enfermedades, y no tanto para otras. Con factor tiempo podemos referirnos tanto a rapidez de acción (un ictus cerebral o un infarto de corazón por ejemplo) como al seguimiento a lo largo del tiempo de una enfermedad (el Alzheimer o el Parkinson, que van causando degeneración con el paso de los años).

El factor tiempo: Diagnóstico y seguimiento de las enfermedades neurológicas

Existen algunas enfermedades complicadas de diagnosticar en un primer momento, y más aún si no se tiene el seguimiento adecuado de las mismas.

Un claro ejemplo es la esclerosis múltiple, que se produce por diferentes episodios de índole cerebral, cada uno de los cuales afecta a un lugar diferente del sistema nervioso. El caso típico es el de una persona joven, entre 25 y 35 años, que de repente pierde y recupera en un corto espacio de tiempo la visión, aunque existen muchos tipos de síntomas.

Poco a poco nos hemos dado cuenta del curso que siguen estos síntomas y el diagnóstico, seguimiento y control es más eficaz, pero en otras ocasiones (síndrome de piernas inquietas, pérdida de sensibilidad o fuerza de extremidades, neuralgias varias) dicho diagnóstico y seguimiento puede ser complicado. En primera instancia, por la dificultad del diagnóstico de la enfermedad; y en segunda, por la necesidad de pruebas especiales a realizar que pueden no darse de forma tan rápida como nos gustaría.

En casos donde es necesario esperar bastante tiempo para ponerse en manos de un especialista (neurólogo o neurofisiólogo), existe la posibilidad de realizarse chequeos diagnósticos como los estudios neurológicos privados en Barcelona que ofrece Smart Salus, entre otros ejemplos. Pruebas como las electromiografías (para descartar neuralgias o atrapamientos nerviosos), electroencefalogramas (para diagnóstico de epilepsia, por ejemplo), pruebas del sueño (para el diagnóstico de apenas del sueño) u otras pruebas de diversa índole pueden acelerarse con este método.

De nuevo, repito, cada vez el diagnóstico y elección de pruebas especiales se está volviendo más eficaz en nuestro país. De hecho incluso desde el mismo servicio de urgencias se puede llegar a acelerar considerablemente dicho diagnóstico si se ven síntomas claros, pero en otras ocasiones no es raro que se tarde en identificar el origen de algún que otro síntoma. Como ejemplo de experiencia personal, hace escasos días tuvimos el caso de un joven que había perdido la fuerza de una de sus manos de forma rápida, sin dolor y sin pérdida de sensibilidad. En tal caso se piensa en un atrapamiento nervioso, pero sin una prueba especial (electromiografía), no se puede diagnosticar total y absolutamente dicho atrapamiento.

En este caso la prueba fue bastante rápida, pero hay otros casos donde es necesario esperar (en exceso en muchas ocasiones por las listas de espera actuales), y no es extraño llegar a desquiciarse por el agotamiento de la paciencia. En otra ocasión os hablaremos con mayor detalle de qué pruebas neurológicas existen y para qué sirve cada una de ellas.