Las compras materiales SÍ aportan felicidad
Nuestras generaciones han crecido con el famoso refrán “el dinero no da la felicidad” pero como hemos comentado anteriormente en medciencia, gastar dinero en nuestros seres queridos (o incluso en extraños) sí lo hace. Sin embargo, a medio camino entre la navidad y el día de reyes, un estudio psicológico ha comparado las consecuencias de comprar bienes materiales o invertir en experiencias. Tenemos una buena noticia para los amantes de las rebajas y caprichos varios: las compras materiales pueden aportar felicidad. Según Aaron Weidman y Elizabeth Dunn de la University of British Columbia, comprarse un jersey o un patinete produce más felicidad a lo largo del tiempo, mientras que una experiencia (como puede ser un viaje al zoo o ir a esquiar) aporta una felicidad más intensa en un momento determinado. Si quieres saber más sobre qué nos hace felices te recomiendo este breve e interesante artículo sobre las moléculas de la felicidad.
La felicidad y los caprichos materiales
La mayoría de los estudios que analizan la felicidad y la manera en la que gastamos el dinero se centran en las ideas anticipadas de las personas sobre las compras o sobre el recuerdo de lo que dichas personas compraron o hicieron con su dinero. En el presente estudio, los investigadores evaluaron en tiempo real los momentos de felicidad que los participantes obtuvieron de sus experiencias o bienes materiales preguntándoles hasta cinco veces al día durante un período de dos semanas. Además, los participantes tuvieron que llevar un registro de pensamientos durante un mes desde que se hizo la compra. Entre otras cosas, las personas habían comprado altavoces portátiles, cafeteras, incluso unos leggings. Como ejemplo de experiencias podemos mencionar entradas para un partido de fútbol o un pase para un circuito de spa.
Los resultados mostraron que las compras materiales producen repetidas dosis de felicidad durante las semanas posteriores a su adquisición, mientras que la compra de experiencias ofrecen una sensación de felicidad más intensa pero momentánea. Es importante destacar que cuando los participantes recordaron las compras realizadas seis semanas después, sintieron mayor satisfacción por la compra de experiencias.
En palabras de Weidman, la decisión de invertir nuestro dinero en bienes materiales o experiencias se reduce a qué tipo de felicidad uno está buscando. Si tenemos en cuenta el proceso de toma de decisiones entre un sofá nuevo o ir a un concierto, seguramente el concierto suponga una montaña rusa emocional durante una noche espectacular. Pero al día siguiente habrá terminado y no producirá más felicidad momentánea aparte de convertirse en un recuerdo feliz. Por contra, el sofá nunca será capaz de aportar una dosis de felicidad tan grande como un concierto (a no ser que nos gusten mucho mucho los sofás), pero su dueño estará cómodo y calentito durante todo el invierno.
Por lo tanto, antes de seguir con tus gastos navideños ten en cuenta qué tipo de felicidad quieres para ti y para los afortunados que recibirán un regalo de tu parte. Pero si quieres un consejo científico, invertir algo de dinero en los demás incrementará tu felicidad y la felicidad del que recibe el regalo. Si encima es una entrada al concierto de AC/DC ya ni te cuento!
Fuente: Science Daily
Imagen: Flickr