Desmontando mitos: El "fofisano" NO existe
Noticias relacionadas
El término “fofisano” ha viralizado (demasiado) durante el año 2015. Sin embargo, como muchos ya esgrimíamos en el momento de su “boom”, esta palabra es una paradoja en sí misma: Tener kilos de más, llegando a la obesidad, no es compatible con la salud. No hablamos de términos de estética o de si nos gusta tal o cual forma de cuerpo, sino de la salud en general. Y no, un “fofisano” no es alguien saludable.
Al menos así lo confirma un reciente estudio publicado en el International Journal of Epidemiology: Ser activo NO contrarresta los malas consecuencias de la obesidad.
La actividad NO gana a la obesidad
En ocasiones anteriores ya hemos hablado sobre esto, como el mito de la mal denominada “obesidad saludable“, donde individuos obesos mantienen parámetros sanguíneos de salud. Aunque esto sea cierto, dichos parámetros tienden a empeorar con el tiempo a causa de la propia obesidad, por lo que de “saludable”, nada.
Ahora, para rizar el rizo, nos llega un estudio acerca de la actividad y la obesidad; lo que en algún momento de nuestra ignorancia llamamos “fofisano” como denominación de alguien con exceso de peso pero que sin embargo se mantiene con una buena aptitud física. Pero seamos serios, ¿es esto “saludable”? Según el reciente estudio sí es cierto que llevar una vida activa a la vez que se sufre obesidad se ha asociado a una mejor calidad de vida que si se es sedentario; pero eso no elimina el riesgo de muerte.
La actividad en la obesidad NO evita el mayor riesgo de muerte
En el estudio se analizó específicamente si la actividad física llegaba a contrarrestar, en términos riesgo-beneficio, a las consecuencias negativas de la obesidad respecto a la esperanza de vida. Es decir, si la actividad en la obesidad tenía tantos beneficios como para reducir el riesgo de muerte sin perder peso como tal.
Tras evaluar a más de un millón de hombres de más de 20 años el resultado fue claro: La actividad física disminuye el riesgo de muerte por cualquier causa en general, pero tener un peso inferior sin actividad física es mejor que ser obeso y activo; de hecho, aquellos que no realizaban actividad física pero tenían un peso normal tenían un 30% menos de riesgo de morir que los obesos activos.
Conclusión: Un peso saludable es la clave
La conclusión que podemos extraer de este estudio es clara: La actividad física siempre será más recomendable que ser sedentario, eso nadie lo pone en duda. Sin embargo, mantener un peso dentro del rango saludable es más importante si cabe que dicha actividad física. En otras palabras, un “obeso saludable” no reduce su riesgo de muerte por mucha actividad que realice si sigue en un rango de peso no-saludable.
Sí, es verdad que la actividad física mejora la calidad de vida tengamos el peso que tengamos, pero el riesgo de muerte se correlaciona directamente con el exceso de peso. Y eso es algo que debemos tener en cuenta.
Vía | Vitónica.
Fuente | International Journal of Epidemiology.