Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, a su llegada un foro en el Senado de EEUU el pasado mes de septiembre.

Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, a su llegada un foro en el Senado de EEUU el pasado mes de septiembre. Reuters

Tecnología

La inteligencia artificial general tiene un 'precio': 100.000 M de dólares de beneficio, según Microsoft y OpenAI

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Cuándo se dará el siguiente gran salto en el desarrollo de la inteligencia artificial y qué implica para la humanidad. Estas son las preguntas que la industria tecnológica se está planteando, para las que hay una gran disparidad de opiniones en las que también se mezclan los intereses económicos. Sam Altman, CEO de OpenAI y considerado el padre de ChatGPT aseguró en septiembre que la superinteligencia artificial podría llegar en unos pocos miles de días", pero antes habría que conseguir la llamada AGI  (inteligencia artificial general).

Nuevos documentos filtrados por The Information revelan el punto marcado por OpenAI para alcanzar la AGI. OpenAI junto a Microsoft (su principal socio) señala un objetivo financiero. Las dos empresas firmaron un acuerdo el año pasado en el que se establece que OpenAI solo alcanzará la inteligencia artificial general cuando desarrolle sistemas de IA que puedan generar al menos 100.000 millones de dólares en beneficios anuales, algo que su hoja de ruta fija para el año 2029.

Cuando ambas empresas hacen referencia a la AGI, se refieren a la inteligencia artificial general. Esta meta se ha difuminado con el tiempo pues según quién lo plantee se describe de forma diferente, no habiendo una idea clara de cuándo se puede considerar que se ha alcanzado este objetivo.

La meta económica podría estar más lejos de lo que se piensa, la empresa ha informado que sus ingresos estimados en 2024 serían de 3.700 millones de dólares, mientras que las pérdidas estimadas estarían en 5.000 millones. Desarrollar inteligencia artificial supone una gran inversión de dinero, al mismo tiempo que se está dando forma al mercado para poder conseguir beneficios con esta tecnología.

Mucho puede cambiar cuando se alcance ese objetivo, pues una cláusula en el contrato de OpenAI con Microsoft indica que la colaboración se terminaría en el momento en el que la empresa dirigida por Sam Altman desarrolle una inteligencia artificial general o AGI. Por ahora, Microsoft invierte miles de millones en OpenAI para poder usar sus modelos de IA con la etiqueta Copilot en sus servicios como la nube Azure. Este acuerdo tendría su fin llegado el punto marcado de 100.000 millones de dólares de beneficio anual y que definiría la llegada de la AGI, según esta nueva información. 

¿Qué es la AGI?

En este sector tecnológico en auge se barajan diferentes términos para determinar ese momento en el que la tecnología supere al humano. Por un lado se habla de la  superinteligencia artificial (ASI), es decir, esa inteligencia artificial capaz de superar de forma general a la inteligencia humana con funciones cognitivas de vanguardia y capacidades de pensamiento muy desarrolladas. 

Esta es aún una simple hipótesis que algunos investigadores sitúan en un futuro a medio o largo plazo, mientras que otros aseguran que está más cerca de lo imaginable, y un tercer grupo rechaza que pueda ocurrir. De momento, los sistemas que están desarrollando las principales empresas y que dan uso millones de personas en todo el mundo a través de los chatbots es la inteligencia artificial estrecha (ANI), IA limitada.

Esta IA actual destaca en tareas específicas como traducir idiomas o crear imágenes partiendo de texto. Se basa en algoritmos y datos preprogramados y requiere de la intervención humana para funcionar. Entremedias de la inteligencia artificial actual y la superinteligencia, estaría la inteligencia general artificial (AGI), más fuerte y capaz de aprender y razonar entre dominios con la capacidad de establecer conexiones en diferentes campos.

Sam Altman, en unas jornadas tecnológicas en Estados Unidos.

Sam Altman, en unas jornadas tecnológicas en Estados Unidos. Getty

Razonar parece ser la palabra clave, pues este año OpenAI ha presentado un nuevo modelo capaz de "razonar" respuestas antes de presentarlas al usuario. Le han seguido otros gigantes de la industria como Google o el laboratorio de investigación chino, DeepSeek, con chatbots que también analizan las respuestas para corregir ellos mismos posibles errores antes de contestar.