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Llegaron los Reyes Magos: ¿qué es mejor, una tablet o un rompecabezas?

6 enero, 2016 12:03

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Después de los turrones, el caldo, los canelones y las comilonas, llega el último día de las fiestas navideñas. El día de los regalos “grandes”, los regalos de los Reyes Magos, los que se esperan durante todo el año. Y todos estamos relativamente interesados y preocupados por el tipo de juguetes que hijos e hijas van a recibir esos días, más allá del problema generalizado de la infancia hiperregalada, término que se acuñó hace ya algunos años y que se refiere a niños que reciben un gran volumen de regalos, en cualquier época del año y, lo más importante, sin excusa alguna.

Reyes Magos: ¿Cuál es el juguete ideal?

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Todos buscamos el juego más educativo, el que enseñe más, el que ayude a los niños a desarrollar su ingenio, su creatividad, su inteligencia. Pero, ¿cuál es ese juguete ideal? ¿una tablet?, ¿un rompecabezas?, ¿un juego de mesa? Es bien lógico que el uso que se de al juguete, así como el acompañamiento paterno y materno al juego, es esencial para el aprovechamiento completo del valor educativo de un juguete, sea de la naturaleza que sea. No obstante, parece ser que sí que podría haber juguetes y juegos determinados que crearían un entorno más favorable para la adquisición del lenguaje.

Científicos de la Universidad del Norte de Arizona (Estados Unidos) acaban de publicar un estudio en la revista JAMA Pediatrics en el que aseguran que los juguetes electrónicos con luces y sonidos se asocian con el empleo de un lenguaje de menor calidad y menos rico en palabras, en comparación con el intercambio oral que mantienen padres e hijos al compartir libros y juguetes tradicionales, como un rompecabezas de madera.

El trabajo, con algunas limitaciones (pequeño tamaño de la muestra y similitud de los participantes por procedencia étnica y nivel socioeconómico), consistió en la grabación de los sonidos de 26 parejas de padres y niños de entre 10 a 16 meses de edad mientras jugaban en sus casas. Los participantes recibieron tres tipos de juguetes: electrónicos (un ordenador para bebés, una granja con sonidos y un teléfono móvil); tradicionales (rompecabezas de madera maciza y bloques de caucho con fotos); y cinco libros de cartón con animales de granja, formas o colores.

Resultados principales

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  • Mientras jugaban con los instrumentos electrónicos, los padres utilizaron menos giros conversacionales, produjeron un menor número de respuestas y emplearon menos palabras con contenido específico que cuando jugaban con los libros o rompecabezas.
  • Los niños vocalizaban menos mientras jugaban con los instrumentos electrónicos que con los libros.
  • Los padres usaban menos palabras durante el juego con elementos tradicionales que mientras jugaban con los libros.

Según los investigadores, el trabajo respalda los beneficios potenciales de la lectura en niños muy pequeños y la necesidad de comprar juegos tradicionales en detrimento de los electrónicos, más caros y menos provechosos a nivel educativo.

Fomentar los reflejos o potenciar el lenguaje

Según los científicos, los juguetes electrónicos son muy eficaces a la hora de llamar la atención mediante la activación del reflejo de orientación, reflejo primitivo que obliga a la mente a concentrarse en nuevos estímulos visuales o auditivos. A su vez, por desgracia, parecen reducir la interacción con sus padres. Este sería, según los científicos, el detalle a clave, porque los turnos de conversación durante el juego no sólo sirven para que los niños aprendan a hablar, sino que también abonan el terreno para desarrollar habilidades sociales, como el respeto por los turnos y las ideas de los otros; o la adquisición de roles durante el juego.

Otra de las carencias del trabajo, según los científicos, es que no ha tenido en cuenta cómo las interacciones no verbales, que también son fuente importante de habilidades sociales y emocionales, varían según el tipo de juguete.

Fuente | Plataforma SINC