Tecnología

El caso del científico que decidió clonar perros

11 febrero, 2016 16:21

La clonación es una de las técnicas más controvertidas de la ciencia. Puede ayudar en el tratamiento de enfermedades o incluso favorecer la recuperación de animales en peligro de extinción. Sin embargo, es un arma de doble filo y, mal utilizada, puede dar lugar a verdaderas aberraciones científicas, que no sólo despertarían el temor de la población, sino también el de los científicos que sólo conciben la ciencia como un medio para facilitar nuestras vidas, alterando la naturaleza lo mínimo posible. Si ya de por sí da lugar a una gran controversia, películas como La Isla, en la que un grupo clones eran recluidos en una isla a la espera de que las personas a partir de las que habían sido creados necesitasen alguno de sus órganos, no hacen más que acrecentar esta situación. El científico koreano Woo suk Hwang ha sido el centro de algunas polémicas relacionadas con este tema, la más reciente por un laboratorio en el que se dedica a clonar animales de compañía o en peligro de extinción.

¿Qué es la clonación?

Aunque se podrían escribir varias páginas sobre el proceso detallado de la clonación, os voy a resumir muy brevemente en qué consiste.

En pocas palabras, se trata del proceso a través del cual se obtienen  copias idénticas de una molécula, célula u organismo a través de la reproducción asexual. ¿Por qué asexual? Básicamente, porque la reproducción sexual implica la unión de dos gametos que, por lo tanto, generará diversidad, no copias idénticas. Se puede hacer de diferentes maneras, aunque en este artículo vamos a hablar, principalmente, de la transferencia nuclear de células somáticas (SCNT), consistente en la extracción del núcleo de una célula somática (no sexual), que será transferido a un óvulo al que se le ha eliminado su material genético previamente. El embrión obtenido se introducirá en una hembra, que lo gestará durante el tiempo habitual.

¿Quién es Woo suk Hwang?

También es importante que quede claro quién es este hombre. Woo suk Hwang es un científico surcoreano que revolucionó el mundo de la ciencia en 2004, al asegurar que había conseguido clonar células embrionarias humanas por primera vez. Su estudio fue publicado en la revista Science y tuvo un gran éxito, pues podía sentar las bases para tratamientos novedosos de diferentes enfermedades de gran relevancia.  Por eso, consiguió una gran suma de dinero con la que podría seguir con sus investigaciones, pero no todo eran tan perfecto como parecía. Dos años después, otros científicos, al analizar el descubrimiento, hallaron que no había sido más que un fraude, pues había falseado muchos de los datos e incluso había obligado a algunas de sus estudiantes a donar sus óvulos.  Se le condenó a dos años de cárcel, aunque nunca llegó a ir y hoy en día sigue investigado en el campo de la clonación, pero con su reputación más que manchada.

Los nuevos horizontes del científico koreano

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Después de sus fraudulentas investigaciones, Hwang consiguió llevar a cabo la clonación de perros domésticos, de modo que comenzó un nuevo negocio, consistente en clonar las mascotas fallecidas de aquellos clientes entristecidos que estuviesen dispuestos a pagar una ingente suma de dinero para recuperar a su amigo peludo.

Por otro lado, quizás en busca de un nuevo reconocimiento mundial, ha decidido rescatar algunos de los cánidos que se encuentran en posible peligro de extinción a lo largo del mundo, como el lobo etíope, el dhole o el perro salvaje asiático.

Para ello, está creando un banco de células de los pocos individuos que quedan, de modo que cuando mueren podría descongelarlas y clonarlas, utilizando perras domésticas para albergar el embrión.

Esto resultaría muy beneficioso para evitar el fin de estas especies; pero, si lo pensamos bien, ¿es realmente necesario? Según algunos escépticos, como el biólogo  Claudio Sillero, el problema de estas especies reside básicamente en la pérdida de su hábitat y sus presas, por lo que la solución no es más que trasladarlos a otras zonas.

Por lo tanto, la clonación es una herramienta beneficiosa cuando su fin reside en tratar enfermedades y salvar vidas. Por eso es muy importante investigarla y conocerla a fondo. Sin embargo, cuando se trata con fines económicos y cambia el transcurso natural de las cosas sin motivo alguno, puede llegar a desprestigiar el nombre de la ciencia. Por eso es importante regularla, para que no traspase ciertos límites. Pero eso no debe confundirse con cortarle las alas de raíz.

Vía: New Scientist