Trabajo exigente e hipertensión, un peligro para el corazón de la mujer

No es habitual encontrar estudios en los que se hable de factores de riesgo que pueden conducir a problemas cardiovasculares en la mujer. A pesar de que se ha constatado que se ha constatado que los síntomas que predicen la llegada de un infarto son diferentes en hombres y mujeres, el sexismo también existe en el ámbito de la investigación.

Hasta bien poco siempre ha tendido a identificar al hombre como un “género neutro”, sin tener en cuenta las diferencias fisiológicas que existen entre ambos sexos.

Trabajo exigente, hipertensión y mujeres: Una mala combinación

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Por eso, el estudio llevado a cabo por una estudiante de doctorado en la Universidad del Sur de Dinamarca son de los que vale la pena remarcar. En él sugiere dos factores que podrían triplicar el riesgo de enfermedad cardiovascular en la mujer: tener un trabajo exigente físicamente y padecer hipertensión. El trabajo se ha publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology.

Para el trabajo se observaron a más de 12.000 enfermeras de Dinamarca, y encontraron que las que tenían hipertensión y trabajos muy activos eran mucho más propensas a desarrollar enfermedad cardiovascular que las que presentaban una presión arterial normal y trabajos moderadamente activos. Se ha encontrado una asociación, no una relación causal.

Investigaciones anteriores, indican los científicos, han constatado ya que los trabajos físicamente exigentes aumentan el riesgo tanto en hombres como en mujeres. Ahora bien, en este trabajo se ha descubierto que los dos factores de riesgo parecen combinarse y resultan en una incidencia incluso mayor, y esto no se había mostrado previamente en mujeres.

Trabajos de alta actividad y corazón

Pero, ¿qué puede considerarse trabajo de alta intensidad? Los investigadores incluyeron aquellas actividades que incluyen estar de pie y caminar junto con tener que levantar o cargar objetos y otros esfuerzos físicos. Los trabajos moderadamente activos incluían sobre todo estar de pie o caminar, sin esfuerzo físico.

En el caso de las enfermeras, como indican los autores, los trabajos exigentes físicamente podrían conllevar actividades que demanden mucha fuerza durante el manejo de los pacientes, o estar de pie y caminando todo el día sin tiempo para descansar. Por lo tanto, estos resultados también podrían aplicarse a otras profesiones que requieran levantarse a menudo, carguen cargas pesadas y estar de pie o caminar durante muchas horas. No obstante, otros estudios deben confirmarlo.

Además, los expertos necesitan más información sobre qué aspectos del trabajo exigente físicamente resultan nocivos. Hasta entonces, aseguran, no podrán realizar recomendaciones específicas que ayuden a minimizar los riesgos.

Fuente | Medline