La nueva moda en reproducción: El semen a domicilio
En ello consiste la inseminación en casa: eliges por internet a tu donante perfecto, lo compras y en unos días tienes el semen en casa, justo a tiempo para poder transferírtelo tú misma, en tus días más fértiles.
¿En qué consiste?
Como os decía, aunque pueda sonar a broma, esta es una práctica cada vez más común y que ha dado lugar a un gran número de embarazos en todo el mundo, incluida España. La empresa danesa que lo gestiona cuenta con más de 400 donantes entre los que las clientes pueden elegir, según la compatibilidad sanguínea y las características que buscan.
Una vez seleccionado, pagan un precio aproximado de 600 euros y la empresa les envía a su casa el semen congelado en forma de perlas, en el interior de dos pajuelas. Además, el paquete incluye una jeringuilla con adaptador, para aspirar el semen y una toallita con alcohol. Sólo con esta la compradora hace a la vez el papel de paciente y ginecóloga, transfiriéndose el semen, entre 24 y 36 horas después del positivo en el test de ovulación. E
ste método, aunque resulta inútil para mujeres con problemas de fertilidad, ha dado buenos resultados en aquellas que, ya sea por su condición sexual o por la ausencia de pareja estable, no hayan podido quedarse embarazadas manteniendo relaciones sexuales.
¿Es seguro y legal este método?
Existe bastante controversia en cuanto a la legalidad de la inseminación en casa. Lógicamente, a las clínicas de fertilidad no les gusta, por motivos más que obvios, pero las razones legales que esgrimen como argumento son correctas. Cada país tiene su propia legislación en estos temas, pero lo cierto es que, según el artículo 4 de la ley española de Reproducción Asistida de 2006, ” la práctica de cualquiera de las técnicas de reproducción asistida sólo se podrá llevar a cabo en centros o servicios sanitarios debidamente autorizados para ello por la autoridad sanitaria correspondiente”. Por lo tanto, aunque la página de la que se obtiene el esperma es perfectamente legal, el lugar de la transferencia no lo es tanto.
Sin embargo, independientemente de la legalidad, es muy importante tener en cuenta también la seguridad y, según miembros de la Sociedad Española de Fertilidad, una manipulación incorrecta del material podría ocasionar infecciones ginecológicas que, junto a las heridas que podría provocar el nitrógeno líquido que contiene las pajuelas, hace que no sea un proceso seguro si se lleva a cabo sin la supervisión de un profesional. Todo esto, sin tener en cuenta la posible falta de garantías de la calidad del semen utilizado.
Ser madre es un regalo al que todas deberíamos tener el derecho de poder optar, pero a veces la economía lo pone tan difícil que acelera la aparición de este tipo de prácticas. ¿Vosotros qué opináis?