Las salamandras, maestras de la regeneración de tejidos
¿Sabéis cómo se produce la regeneración de la salamandra? Hoy os lo contamos en nuestra sección de animales curiosos.
6 abril, 2016 11:31Noticias relacionadas
- India lanza la misión que le puede convertir en el cuarto país en llegar a la Luna
- Tu nuevo fondo de pantalla ha sido posible gracias a una vela solar
- Duro como una piedra o blando como la gelatina: este material dinámico cambia con la iluminación
- Esta lengua electrónica puede "probar" y analizar líquidos en solo un minuto
Si de pequeños os gustaba perseguir lagartijas seguro que más de una vez os habéis quedado con la cola de una en la mano, mientras ella huía despavorida.
El animalito sabía muy bien lo que hacía y sacrificaba su cola a cambio de huir de vuestras garras, pero la pérdida no duraba mucho tiempo y pronto gozaba de una cola nuevecita que le ayudaría a volver a escapar en caso de peligro.
Y es que la lagartija, al igual que otros muchos animales, como la estrella de mar o el ajolote, tiene la capacidad de regenerar algunas partes de su cuerpo, pero lo cierto es que ninguno de ellos lo hace tan rematadamente bien como la salamandra, que puede perder sin miedo prácticamente cualquiera de sus órganos y, además, durante toda su vida, al contrario que otras especies que sólo pueden hacerlo en estado larvario. Curioso, ¿no?
¿Qué sabemos sobre las salamandras?
Al contrario que otras especies de las que hemos hablado en la sección de animales curiosos, la salamandra es bastante conocida por todos nosotros.
Se trata de un anfibio de costumbres tan terrestres que sólo entra en el agua para parir. Es más, algunas subespecies ni siquiera se dignan a mojarse para eso y deciden depositar sus larvas en tierra.
Su cuerpo es de color negro, cubierto de manchas amarillas, que en ocasiones también pueden estar mezcladas con motas rojas, y su tamaño oscila entre los 18 y los 25 centímetros, cola incluida, aunque las hembras suelen ser un poco más grandes.
Ovovivípara y de hábitos nocturnos, la salamandra posee un diseño tan inteligente que más que fruto de la evolución parece obra de los mejores científicos e ingenieros, ya que posee características enormemente ventajosas, como la piel envenenada con colores capaces de ahuyentar hasta al más valiente de los depredadores y, como os decía, una grandísima capacidad de regeneración.
¿En qué consiste la capacidad de regeneración de la salamandra?
Como os decía, aunque muchos otros animales también pueden regenerar ciertas partes de su cuerpo, ninguno lo hace con la maestría de la salamandra. Y es que lo mismo regenera sus extremidades que órganos tan importantes como el cerebro, el corazón, la médula espinal ¡o incluso los ojos!
Otros anfibios, como el ajolote, poseen características similares, pero las pierden una vez realizada la metamorfosis hacia la etapa adulta. En cambio, la salamandra sigue repitiendo la magia durante el resto de su vida y, aunque hasta hace poco era un misterio cómo lo hacía, un grupo de investigadores de la Universidad de Tsukuba, en Japón, acaban de realizar un estudio en Nature en el que destapan el truco del anfibio.
Para la realización del experimento, estos científicos utilizaron un conjunto de salamandras transgénicas, a las que siendo embriones unicelulares se les introdujo un gen activo en las fibras musculares, y monitorizaron los cambios de sus células durante el proceso de regeneración, antes y después de la metamorfosis.
Por lo general, se sabe que cuando una salamandra pierde una de sus extremidades, se agrupa en el muñón una masa de células denominada blastema, que será la que regenere la nueva extremidad. ¿Pero de dónde proceden estas células?
Gracias a este experimento, han podido observar que depende de la etapa en la que se encuentre el animal. Cuando aún son larvas, usan las células madre musculares que, como sabéis, todavía no se han terminado de diferenciar. Sin embargo, cuando ya son adultos, reclutan fibras musculares esqueléticas ya formadas. Además, comprobaron que ocurre exactamente lo mismo con la piel, los huesos y las fibras nerviosas.
Este descubrimiento, además de sacar a la luz cómo se regeneran las salamandras, supone un gran paso hacia la regeneración de tejidos en otras especies, incluidos los mamíferos. Esto sí que es un animal curioso, ¿verdad?