Crean el diodo más pequeño del mundo con una molécula de ADN
Un grupo de científicos ha descubierto un diodo de ADN mucho más pequeño que los componentes convencionales, de silicio.
7 abril, 2016 09:02Noticias relacionadas
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Si hace menos de una semana la unión entre biología e informática nos sorprendía con la noticia de un lenguaje de programación capaz de transformar células sin necesidad de ingeniería genética, en los últimos días ha sido la convergencia entre biología y electrónica la que nos ha dejado con la boca abierta.
Y es que un grupo de investigadores de la Universidad de Georgia ha llevado a cabo un descubrimiento que, de poder implementarse, supondría una gran revolución en el campo de la electrónica, ya que reduce notablemente el tamaño de los diodos, usados para dirigir la corriente eléctrica en un solo sentido.
Los diodos usados habitualmente son muy efectivos; pero, en ocasiones, su tamaño supone un obstáculo, por lo que la búsqueda de dispositivos más pequeños se ha convertido en el objetivo de mucho estudios como éste, publicado en Nature Chemistry.
¿Qué es un diodo?
Como os decía, los diodos son componentes electrónicos utilizados para bloquear la corriente electrónica en un sentido, de modo que sólo circule en el contrario. Son uno de los componentes principales de los microchips de silicio, pero a día de hoy presentan un gran problema; ya que, para poder aumentar la capacidad de procesamiento de estos chips, sería necesario reducir notablemente el tamaño de los diodos.
¿En qué consiste el diodo de ADN?
Es aquí donde entra en juego el diodo diseñado por estos investigadores. Como sabéis, el ADN es una molécula pequeñita, pero cargada de información; pues, de hecho, contiene toda la necesaria para que estemos vivos.
Esto, junto al hecho de poseer una estructura predecible y haber demostrado con creces que es fácilmente programable, la convierte en la candidata perfecta para este proyecto.
Sin embargo, nunca antes se había hecho nada parecido, por lo que el primer paso era comprobar; no sólo si podía conducir la corriente, sino también si podía bloquearla en un sentido. Para ello, tomaron un fragmento pequeño, de apenas 11 pares de bases, y lo conectaron a un circuito eléctrico. En un primer momento no se consiguió el efecto deseado, por lo que decidieron intercalar el interior de la hélice de ADN con una molécula, llamada coralina y, entonces, todo cambió.
La corriente no circulaba en una sola dirección, pero sí que se consiguió que fluyera quince veces más en el sentido negativo que en el positivo. Por lo tanto, se podía considerar un diodo; ya que, de hecho, ninguno de estos dispositivos es capaz de realizar el bloqueo con un cien por cien de efectividad.
¿Por qué será tan útil este diodo de ADN?
Aunque la eficiencia es menor que la de un diodo tradicional, este nuevo componente elaborado a base de ADN es tan pequeño que ni siquiera se puede ver a través de un microscopio convencional, por lo que se puede alcanzar el nivel de funcionamiento de los diodos habituales uniendo muchos de ellos y, aún así, el tamaño seguiría siendo menor.
De este modo, es posible aumentar notablemente el potencial de procesamiento de los microchips. Además, se podrían fabricar transformadores de corriente más pequeños, ya que consisten en un puente rectificador elaborado a base de diodos.
Aún quedan muchos pasos por dar, pero estos científicos se muestran optimistas respecto a un futuro en el que estos diodos compitan con los de silicio.
Electrónica a escala molecular. El futuro de la ciencia.