Puede ser que tu SSD esté en sus últimos días y ni siquiera lo sepas. Aún estás a tiempo de salvar tus datos.

No es ningún secreto que los SSD tienen problemas de durabilidad y pérdida de datos. Y aunque en los últimos años se han reducido mucho esos problemas, aún hay que tener cuidado, porque puedes perder todos tus datos cuándo menos lo esperes.

Existen algunos síntomas que indican que tu disco está cerca de estropearse definitivamente, y es bueno conocerlos para poder salvar todos los datos y quizás incluso la propia unidad de almacenamiento.

Cómo saber si el SSD está fallando

ssd fallo 1

Normalmente, la primera señal de que tu SSD está en las últimas es una bajada en las velocidades de transferencia de datos. Es una señal temprana, y el problema puede ser de otra pieza del ordenador, pero si notas una ralentización en la transferencia, empieza a tener cuidado.

ssd fallo 2

Si encuentras archivos corruptos (de pronto no puedes abrirlos) o si simplemente te das cuenta de que empieza a desaparecer, tendrás que preocuparte más. Posteriormente, pueden aparecer sectores enteros defectuosos sobre los que no se podrá escribir ni leer nunca más.

Avsisos del sistema

Por otra parte, a veces el propio sistema se encarga de avisarte, mostrando un aviso de que el sistema de archivos se está reparando. Esto puede ocurrir por dos razones: o bien estás apagando mal tu ordenador o tu SSD está a punto de morir.

Otra mala señal son los fallos al encender el ordenador; si necesitas reiniciarlo varias veces antes de encenderlo porque da error, algo va mal con tu unidad de almacenamiento seguro.

¿Qué puedo hacer al respecto?

Si detectas cualquiera de estos síntomas, lo primero que tienes que hacer es renovar tu copia de seguridad, o hacer una si aún no la tienes (aunque siempre deberías tener una).

ssd fallo 3

Si tienes sectores defectuosos, también puedes intentar repararlos si el fallo es de software. En la sección de herramientas dentro de las propiedades del disco (Clic derecho sobre la unidad>Propiedades>Herramientas) puedes comprobar errores. Si los fallos son físicos y no de software, no hay solución posible.

Por último, si tu disco ya ha muerto definitavemente, lo mejor que puedes hacer es mandarlo al fabricante, para intentar recuperar los archivos e incluso recibir una unidad nueva si la antigua aún está en garantía. En cualquier caso, recuerda que lo más prudente es mantener siempre una copia de seguridad actualizada para ahorrarte un buen susto.