Las rocas espaciales que podrían salvar nuestro planeta
El estudio de dos rocas del tamaño de una nuez podría enseñar como detener la posible colisión de asteroides con la Tierra.
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Además de los vecinos misteriosos que acaban siendo criminales, los fenómenos meteorológicos extremos y los animales salvajes asesinos, las catástrofes espaciales que amenazan la existencia de la Tierra son uno de los argumentos predilectos de las películas de sábado por la tarde.
Sin embargo, aunque puedan parecer fruto de la ciencia ficción, lo cierto es que nuestro planeta está realmente rodeado por un gran número de cuerpos celestes que podrían impactar con él en algún momento más o menos lejano, por lo que es un tema que debe ser tenido muy en cuenta por los científicos que estudian el espacio.
Y es que no basta sólo con tener localizadas las posibles amenazas, sino que también es de vital importancia dar con un modo de evitar el impacto. Por eso, las investigaciones que actualmente está llevando a cabo Megan Bruck Syal, una investigadora de la Lawrence Livermore National Laboratory, ya que gracias a la investigación de dos pequeñas rocas del tamaño de una nuez podría dar con la llave para salvar el planeta.
¿Cómo podría evitarse la colisión de asteroides con la Tierra?
Actualmente los científicos tienen localizados 1.600 asteroides considerados potencialmente peligrosos para la Tierra, por la posibilidad de una colisión en algún momento del futuro.
Por eso, es importante buscar un modo de evitar la colisión; pero no destruyéndolos justo en el último momento, sino desviando su trayectoria con el tiempo suficiente para asegurar que el impacto no se produce.
Esto se puede hacer a través de explosiones nucleares o con proyectiles de hipervelocidad, pero el proceso no se basa sólo en elegir un arma y ya está. Cada asteroide posee características diferentes, como su tamaño o la forma de su órbita, que lo hacen único y dificultan que se pueda diseñar un método generalizado para desviarlos.
Además, el conocimiento de los materiales que los componen es complicado, por lo que no se pueden ensayar simulaciones previas, haciendo necesaria una intervención como la que va a ser llevada a cabo por Bruck Syal, que se basa simplemente en el estudio de dos pequeñas rocas del tamaño de una nuez que han sido localizadas en la Antártida.
¿En qué consisten las rocas espaciales que podrían evitar la colisión de asteroides con la Tierra?
En colaboración con otros científicos de la NASA y los laboratorios de Los Álamos y Sandia, Bruck Syal va a comenzar el estudio de dos pequeños meteoritos, de 4’6 billones de años de antigüedad, que en algún momento fueron despedidos hacia una órbita cercana a la Tierra, cayendo sobre el planeta en forma de lluvia.
Como os decía, el material que compone los asteroides es muy diferente a cualquiera de los conocidos aquí en la Tierra, ya que constan de una matriz de material muy fino que intercala todo tipo de guijarros, que fueron uniéndose a lo largo de los años tras la formación del Sistema Solar.
Por eso, el objetivo de estos investigadores, que se han asociado con científicos expertos en óptica, se basa en descomponer estos meteoritos con ayuda de un láser, cortándolos y puliéndolos hasta formar capas con un espesor del orden de las micras.
Para ello será necesario seleccionar el láser correcto y el tiempo que deben durar los pulsos, para obtener los datos necesarios lo más eficientemente.
Si todo va bien, quizás este equipo podría dar con la forma de evitar el futuro fin de nuestro planeta. Al final, parece ser que los súper héroes también se encuentran en los laboratorios.