Por qué las microperlas son uno de los mayores peligros para el medio ambiente
Los exfoliantes, cuya composición suele basarse en microperlas de baño, son un peligro por la contaminación que ocasionan en los océanos.
5 junio, 2016 17:59Noticias relacionadas
¿Usas microperlas de baño como exfoliante facial? Es algo bastante típico, pero no hemos tenido en cuenta las consecuencias.
Probablemente conoceréis a alguien o bien vosotros mismos habréis usado en alguna ocasión las llamadas microperlas de baño, un tipo de cosmético muy común cuyo uso es servir de exfoliante facial. Una vez se usa, suele acabar en el desagüe, y de ahí a los grandes canales de aguas residuales para ser filtrado como todos los productos que llegan de los desagües de los hogares.
Pero Reino Unido acaba de dar la voz de alarma: Las microperlas de baño se están convirtiendo en una plaga de plástico, contribuyendo a la contaminación y envenenamiento de más de un tercio de los peces del Canal Inglés. Y ahora, un reciente estudio publicado en Science ha demostrado que las microperlas de baño son responsables directas de esta contaminación.
Microperlas de baño, un peligro para los peces
Tan solo en Reino Unido, cada año acaban en el desagüe entre 16 y 86 toneladas de estas microperlas de baño según los informes de la Oficina Parlamentaria de Ciencia y Tecnología. El problema es que las partículas de este producto cosmético son demasiado pequeñas para ser filtradas en los procesos de tratamiento de aguas residuales, por lo que finalmente acaban siendo ingeridas por peces y otros animales marinos.
Además, el nuevo estudio publicado en Science confirma lo que ya imaginábamos con un tipo de pez en especial: La perca europea ha deteriorado su crecimiento y reproducción tras exponerse a estas microperlas de baño; sus niveles en el medio ambiente son contaminantes y peligrosos.
En Estados Unidos este cosmético ya ha sido prohibido por sus efectos contaminantes, y ahora es Reino Unido quien se plantea la prohibición. Actualmente hay hasta 25 empresas británicas que ya han dejado de fabricar microperlas de baño, o han manifestado su intención de dejar de hacerlo.
Los cosméticos son un mal menor en el océano de la contaminación
Por desgracia, como bien nos recuerda el especialista en medio ambiente Erik Van Sebille, del Imperial College de Londres, las 50 billones de partículas de microplástico procedentes de los cosméticos son solo un “mal menor” que surca la superficie de los océanos. De hecho, tan solo una pequeña proporción de la contaminación de las aguas procede de los cosméticos.
Existen otros males como las fibras de plástico de la ropa sintética que se descaman tras ser lavadas, o grandes trozos de plástico procedentes de los envases de comida para llevar o las típicas botellas de agua o refrescos, que van desintegrándose poco a poco hasta formar fragmentos microscópicos. Ese sí es el mal que debemos erradicar, pero por desgracia aún no disponemos de una tecnología que pueda extraer microplásticos de los océanos, aunque lo ideal sería acabar con los fragmentos de plástico más grandes antes de que acaben desintegrándose.