Este reloj usa 1.200 metros de cuerda para mostrar la hora como ninguno
Un artista alemán ha creado un excepcional reloj hecho con cuerdas, que muestra la hora moviéndolas y formando los números a cada minuto que pasa.
13 julio, 2016 16:14Noticias relacionadas
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Sabemos que existen relojes a los que hay que darle la cuerda, pero un reloj hecho con cuerdas es algo completamente diferente.
Desde que a alguien se le ocurrió clavar un palo en la tierra para saber qué momento del día era, los relojes han evolucionado como tal vez ningún otro aparato de uso diario.
Es curioso que algo tan simple como dar la hora tenga tanto potencial, pero tal vez gracias a eso los relojes han atraído a tantos artesanos, ingenieros e inventores que quieren darle su propio estilo a la idea.
Un reloj hecho con cuerdas con mucho trabajo detrás
El artista alemán Felix Vorreiter es uno de ellos, y su creación es algo que no habíamos visto nunca. Se llama FLUX 1440, y es un reloj para montar en la pared que muestra la hora de una manera muy especial, enrollando cuerda.
El reloj en sí es sólo una caja con un lado transparente que deja ver los diversos engranajes, por los que pasa una cuerda. En efecto, lo interesante de todo es que la hora se muestra gracias a que la cuerda tiene unas marcas negras, situadas estratégicamente para que cuando la hora cambie, forme los números en cuestión.
Por lo tanto, esas marcas no están situadas aleatoriamente, sino que su colocación está muy bien pensada: cada segundo que pasa, los engranajes mueven un poco la cuerda; cuando pasa un minuto, las marcas encajan de tal manera que muestran la nueva hora. Es un efecto que no te puedo contar, lo tienes que ver en movimiento.
En cuanto pasa un segundo, todo el proceso vuelve a comenzar; lo malo es que durante este tiempo no podemos ver la hora, hasta que las marcas se acerquen lo suficiente como para ver los números. No es, por lo tanto, el reloj más práctico que puedes tener, pero sí que es ideal para presumir.
Al menos el creador asegura que ese tiempo que estamos esperando sirve para “sentir físicamente la longitud de cada minuto”. Aparentemente, el objetivo de esta creación es “asignar el tiempo a una dimensión espacial”, y “experimentar” el viaje que hace la cuerda.
Otro aspecto negativo es el espacio que ocupa. Vale, el reloj en sí no es muy grande, pero el problema es la cantidad de cuerda que sale por los lados. Para disponer todas las marcas como debería, Vorreiter ha tenido que usar unos 1.188 metros de cuerda; eso es porque cada día tiene 1440 minutos, y todos están en la cuerda.
¿Serías capaz de aguantar la “experiencia” de mirar la hora, o preferirías mirar tu smarpthone, que es más rápido?