El macabro pájaro que tiene por costumbre comerse a sus hermanos
Nuestro animal curioso de esta semana es el picozapato, un pájaro enorme de apariencia prehistórica conocido por luchar a muerte contra su hermano.
12 agosto, 2016 09:10Noticias relacionadas
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Nuestro animal curioso de esta semana es un pájaro que resulta peculiar tanto por su apariencia como por llevar a cabo un hábito bastante horrible.
Se trata del picozapato, un ave similar a los pelícanos cuyo nombre es más que merecido, pues posee un pico de gran tamaño cuya forma recuerda en cierto modo a la de un zapato.
Esto, junto con su gran tamaño, lo hace merecedor de ocupar la sección del “animal curioso de la semana“, pero su forma extrema de llevar a la realidad eso de que “sólo puede quedar uno” también le da bastantes puntos de peculiaridad, como podréis ver.
¿Cómo es el picozapato?
Balaeniceps rex, también conocido como picozapato, es un ave pelecaniforme de color gris, aspecto prehistórico y una altura de más de metro y medio que la convierte en una de las aves más altas del planeta.
Vive silenciosa y solitariamente en ciénagas y zonas estancadas de las regiones tropicales de África, especialmente en países como Uganda y, a pesar de su tamaño, es muy difícil de observar debido a que se encuentra en grave peligro de extinción.
Los curiosos y macabros hábitos del picozapato
Aunque su alimentación mayormente se compone de peces y ranas, también tiene la costumbre de atacar de un modo terrorífico al último animal que podríais imaginar: su hermano.
Por lo general, las hembras ponen sólo dos huevos en cada ocasión y, una vez que eclosionan, se encargan de vigilar el nido, situado en la tierra, cuidando a ambas crías a la vez.
Sin embargo, en una macabra representación de la teoría evolucionista de la “supervivencia del más fuerte“, en el momento que ambos pollitos se encuentran solos se enzarzan en una pelea terrible a base de empellones y picotazos tras la cual sólo puede quedar uno.
Esto no significa que uno muera; sino que, curiosamente, cuando los padres vuelven al nido desarrollan un terrible rechazo hacia el polluelo que ha salido peor parado, haciendo que el pobre animal tenga que marcharse e intentar sobrevivir solo. Por desgracia, eso no suele ocurrir y después de tratar de sobrevivir sin ayuda de sus progenitores acaba muriendo pasados unos días.
Como consecuencia, sobrevive el más fuerte, sí, pero la población de la especie, ya mermada de por sí, se hace cada vez más baja, haciendo que, como os decía al inicio, se encuentre en grave peligro de extinción.
Esta práctica, conocida como cainismo, es habitual en otras muchas especies y, a pesar de lo terrible que resulta, no deja de ser otra de las muchas curiosidades que encierra la naturaleza a la espera de que las vayamos descubriendo poco a poco.
Imagen crías: Metro